martes, 25 de agosto de 2020

De 0 a 120

 Han bastado 15 días para que en Melilla pasásemos de 0 contagios a 120. ¿Cómo es posible que una ciudad en la que la frontera con Marruecos se encuentra cerrada desde el 13 de marzo, la entrada en la misma se hace por barco y por avión y los casos van aumentando día a día? La respuesta que nos da el gobierno de la ciudad es culpar a los bares, y sobretodo a los bares de copas y discotecas. Es decir, los lugares de ocio, donde no se pone control. Y para eso lo que hacen es obligar al cierre de todos los lugares de ocio nocturno, poner horarios de cierre hasta la 1:00 de la mañana y prohibir el botellón tanto en ciertas zonas de la ciudad como en la playa y en los pinos. Y así llevamos desde hace algo más de una semana. Y mira tú por donde que el mayor número de casos se han producido ayer (25 casos) y hoy (11 casos). Se supone que son unos 5 días desde el momento de contagio hasta que se producen los síntomas.

Ahora bien, el gobierno de la ciudad reconoce que el 85% de los casos han sido importados de Málaga. Eso implica que los "controles" que se realizaban en el puerto y aeropuerto, no han sido efectivos. Es decir, que eso de tomar la temperatura, mirar a las pupilas y firmar un papelito, no han servido de mucho, porque los infectados se han colado por la puerta grande. Claro, si no había casos en Melilla hasta principios de agosto, los bares no han podido ser foco de transmisión, y la prueba está que estaban funcionando sin problemas desde principios de junio. Pero en el momento que se han colado los casos por el puerto y el aeropuerto, los bares se han visto implicados y acusados de ser foco de transmisión. No digo que no sean una forma de transmisión más rápida, siempre que no se mantengan las medidas y la distancias, pero no son el foco como se les ha acusado.

Por otra parte hay que recordar que en la ciudad se encuentran más de 400 personas que han llegado y están acogidos en la Plaza de Toros, porque el CETI (Centro de Estancia Temporal) está a rebosar. Y estas personas, aunque se les intente poner en cuarentena, tienen total libertad para moverse por la ciudad sin ningún problema. Por poner un ejemplo. El viernes 21 de agosto intentaron saltar la valla de Melilla 300 inmigrantes. Tan solo 30 de ellos lo consiguieron. En el salto salieron heridos 3 migrantes y 3 guardia civiles y un migrante fallecido. 5 de los migrantes venían infectados y hubo que ponerlos en cuarentena. Y los guardia civiles que los repelieron puestos también en cuarentena por tener contacto con ellos.

Si hoy hay tantos casos detectados es porque se hacen muchísimas más pruebas PCR para detectar el virus. Hay que tener en cuenta que son 120, de los cuales 8 están hospitalizados y solo 1 en la UCI. Por lo que la mayoría están en sus casas pasando la enfermedad sin más síntomas. Esto antes no se detectaba y lo que ocurría es que ingresaban los casos más graves, mientras que los que no tenían síntomas seguían campando a sus anchas.

El 30% de los infectados en Melilla no sabe ni dónde, ni cuándo, ni cómo se han infectado. Esto dificulta el rastreamiento y seguimiento de los contactos. Dificulta localizar el origen de la infección. Se hace necesario cuanto antes una aplicación que pueda detectar los contagios. "Radar COVID" empieza a funcionar pero de forma muy ineficaz porque todavía no la ha instalado mucha gente. Lo cierto es que esto va en aumento y las únicas medidas que se están poniendo en en los locales de ocio y, desde esta mañana, también en los comercios minoristas, a quienes obligan a cerrar a las 22:00h. La ruina para muchos pequeños empresarios a quienes se les está hundiendo poco a poco. Creo que a este paso, nadie va a querer invertir sus ahorros en negocios que no van a dar rendimiento por las continuas pegas que están poniendo.

Y mientras tanto el tiempo pasa y la vuelta al cole está a la vuelta de la esquina. Todavía no sabemos cómo va a ser. Dicen que están trabajando en ello, pero lo cierto es que si es necesario contratar más gente para reducir las ratios, tendrían que empezar ya, y no esperar al 1 de septiembre. Para esa fecha ya tendrían que estar la mayoría de los nuevos profesores contratados para que se puedan incorporar al centro y empezar a trabajar en las medidas que se van a tomar y en lo que se tiene que hacer y no en las aulas. Pero no, el presidente del gobierno se "lava las manos" y deja las cosas a las Comunidades y las Comunidades tienen las manos atadas porque tampoco pueden hacer y deshacer sin la supervisión del Ministerio de Educación. Al final la pescadilla se come la cola y mientras tanto los niños en casa sin que los padres puedan hacerse cargo de ellos porque también tienen que ir a trabajar. ¿Será que se plantean que los padres también estarán en casa y así no hay problema con los niños?

lunes, 24 de agosto de 2020

Monopatines, bicicletas...: Educación vial

Los monopatines eléctricos se han convertido en el terror de los conductores en la ciudad. No teníamos bastante con vigilar a las motos y bicicletas que se meten entre los coches, sin respetar si adelantan por la derecha o por la izquierda, que ahora también tenemos que vigilar, y con mucha más atención a los usuarios de los monopatines eléctricos. Y es que miras una vez y no está y de pronto, lo tienes delante tuyo cruzándose y haciendo piruetas entre los coches.

Y eso por no hablar de aquel que en un momento dado es vehículo y de repente, ve un paso de cebra y se convierte en peatón, todo eso sin reducir la velocidad. Y aquellos que se convierten en camicazes y vienen en dirección contraria a la marcha normal de la circulación. Les pitas, les dices algo y todavía te saludan como si con ellos no fuese la cosa. Y todo esto, sin casco, sin protecciones y en muchas ocasiones llevando un pasajero agarrado por la cintura.

Y parecer ser que la policía no da con estos "peligros de la ciudad", porque todavía no he visto ninguna patrulla parando y multando a estos locos de la circulación.

martes, 11 de agosto de 2020

La vuelta al cole en entredicho

Estamos a 11 de agosto y todavía no se sabe cómo será la vuelta al cole en septiembre. Nuestros niños y niñas llevan sin aparecer por los centros desde el mes de marzo. Los que han tenido suerte, han podido continuar sus clases desde casa de forma online. Muchos de ellos han podido llegar a hacer exámenes finales, pero otra gran parte, no han vuelto a tocar un libro desde que el 11 de marzo se cerraron las aulas. Esto supone que llevan medio año sin ver una asignatura. Normalmente, tras el parón vacacional de verano a los niños y niñas les cuesta como mes y medio volver a arrancar, imagínense ahora lo que les puede costar después de 6 meses en sus casas sin hacer nada.

Y mientras nuestros políticos y gobernantes se ponen de acuerdo en cómo volver al colegio, el tiempo pasa y no se ven soluciones. La propuesta de reducir ratio a 15 alumnos por aula supone contratar un buen número de profesores y a estas fechas todavía no se ha empezado a contratar personal. La propuesta de hacer online y semipresencial implica que las familias tienen que tener posibilidad de que sus hijos estén en casa toda la mañana y por lo tanto que ellos puedan teletrabajar. ¿Y si no pueden hacerlo porque su trabajo no es posible compatibilizarlo con esta opción, como por ejemplo un camarero o una dependienta? Pues tendrán que contratar una persona que se quede con los niños. Además esta opción implica mucha fuerza de voluntad por parte de los niños que tienen que sentarse delante del ordenador para seguir las clases sin poder entretenerse y jugar con sus amigos.

Una opción u otra tienen sus problemas e inconvenientes. Lo cierto es que los padres todavía no se han lanzado a comprar libros, chándales, zapatos, uniformes y todo aquello que sus hijos, por estas fechas, ya iban preparando para que el 1 de septiembre estuviese todo listo y poder empezar el cole. Muchos padres ven como opción comprar los libros correspondientes al primer trimestre, por lo que pueda suceder, y así poder ahorrarse una buena parte del dinero, en caso de tener que quedarse con los niños en casa. Esto sucede tras la experiencia del curso pasado, en el que la mitad de los libros se quedaron totalmente inutilizados y sin usar. Otros se plantean que tienen que mejorar la instalación de internet o incluso ponerla en su casa, en vistas a que su hijo o hija no puede seguir las clases a través de un teléfono móvil que, casualmente, es el suyo. Así que, así andamos, a mediados de agosto y sin saber qué va a pasar con el curso que viene.

Lo cierto es que si quieren que el curso comience el 7 de septiembre, deberán poner medios y disponer de recursos. Se requieren:

  • Más aulas por el tema de la separación y de la ratio
  • Más profesores porque a menos ratio más aulas y por lo tanto más profesores.
  • Geles y medios de protección tanto en el aula como en el patio.
  • Más higiene en las aulas tanto durante las clases como al finalizar las mismas.
Para todo ello es preciso una mayor inversión económica para poder hacer realidad estos cambios. Lo que no puede ser es que se contraten profesores, con las mismas condiciones que los que ya están, y luego se les pague en menores cantidades. A misma hora de clases, mismo sueldo, eso así de clarito.

Esperemos que en esta última quincena de agosto se pongan las pilas los que tienen que ponérselas y no dejar, en manos de otros, lo que tienen que hacer ellos. Es muy fácil decir que si todo sale mal, las competencias eran de otros. Si ellos dirigen, que dirijan en condiciones y no a medias tintas. Y ya les digo yo, que teniendo a "los cabezas pensantes" de vacaciones, no creo que en estos 15 días que nos quedan, se avance mucho más de lo que han hecho (o no han hecho) en los meses de junio y julio, cuando ya sabían lo que se les venía encima a partir del 1 de septiembre.

miércoles, 5 de agosto de 2020

Pero... ¿Qué coño es lo que aplauden?

Encontré en internet este artículo de César Valdeolmillos Alonso y me pareció muy interesante para publicarlo en mi blog. Comparto con el autor las preguntas, ideas y conclusión que se exponen. Lo transcribo literalmente para que los lectores puedan disfrutarlo igual que lo hice yo.

No puedo evitarlo. Cada vez que veo el vídeo que los fontaneros de la Moncloa prepararon para recibir a quien les había colocado allí, me parece estar contemplando al emperador Augusto entrar triunfalmente en el Olimpo, aplaudiéndose así mismo al tiempo que su figura protectora se alza sobre los beneficiados que servilmente le rodean, serviros augustales, encargados del culto al emperador, que a menudo había sido divinizado.

En cada aplauso; en cada mirada complaciente; en cada sonrisa servil; en todo lo que le rodea, el ególatra solo ve su propia imagen. Rodeado por su constelación de elegidos, se ve como la estrella polar que marca el rumbo del universo. Sin embargo, en lo más profundo de su ser, él sabe que lo que ve no es más que pura ficción y artificio organizado para presentar, lo que no es más que un gran fracaso, como una rotunda victoria. Es su falso yo nacido de su gran vacío interior que quiere ocultar con el escudo de unos ilusorios aplausos; el miedo a que se resquebraje la máscara con la que se presenta y termine mostrando su verdadero rostro, lo que le hace estar siempre a la defensiva.

No hay nada más peligroso que la ambición desbocada de un ególatra, alimentada por la absoluta ausencia de valores. El envanecido se adentra en una carrera, en la que cuanto más corre y se apresura en su endiosamiento, tanto más le ciega la soberbia y el orgullo. 

El ego no deja ver quien se es realmente. Solo muestra la imagen del personaje que se representa mientras la máscara social se deforma grotescamente con la hipócrita e interesada aprobación de quienes se benefician de la farsa. Por ello necesita conservar el control para mantenerse; vive apresado por el miedo y solo ejerciendo el poder, podrá sostenerse.

Por eso, cada vez que se produce la tragicómica entrada de los aplausos, desde lo más profundo de sí mismo, no puede uno más que preguntarse:

  Pero, ¿Qué coño es lo que aplauden?

¿Aplauden el que España haya sido uno de los tres países del mundo que más muertos por millón de habitantes ha sufrido a causa de la gestión que se ha hecho del Coronavirus?

¿Aplauden el que España haya batido el record de sanitarios contagiados por coronavirus superando los 52.700 infectados, de los cuales más de 60 han fallecido?

¿Aplauden la ausencia de material sanitario para combatir la pandemia, cuando más se necesitaba, a causa del nefasto resultado que dieron las oscuras compras que del mismo hizo el gobierno a empresas de muy dudosa garantía?

¿Aplauden el haber ocultado conscientemente la gravedad de la pandemia que se nos venía encima para poder cumplir su hoja de ruta ideológica y celebrar así las manifestaciones del 8M?

¿Aplauden el haber jugado con la vida de los ciudadanos al difundir mensajes, no solo desorientadores, sino absolutamente contradictorios, en ocasiones ignorando las previas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud?

¿Aplauden haber manipulado las cifras de muertos escondiéndolos bajo las alfombras para que no se les responsabilizase del resultado de la aplicación de una política sectaria?

¿Aplauden ser el país europeo con más contagios por coronavirus?

¿Aplauden la inhumana tragedia ocurrida en las residencias de ancianos de toda España —abandonados a su suerte y condenados de antemano a morir en la más absoluta soledad— cuando la responsabilidad de la gestión de las mismas estaba en manos del gobierno?

¿Aplauden cómo mentía descaradamente el gobierno cuando decía que sus interesadas decisiones políticas estaban basadas en los informes técnicos de un comité de expertos que jamás existió? 

¿Aplauden el que a pesar de que España haya sido uno de los países en los que el virus más duramente ha golpeado, y en el que se han registrado las más altas tasas de víctimas, sea el país en el que se está produciendo el mayor número de rebrotes de la epidemia sin que el Gobierno central se dé por aludido?

¿Aplauden que las dramáticas consecuencias sufridas no parecen haber contribuido a que nos preparáramos para afrontar la tan previsible segunda ola?

¿Aplauden el coladero de contagios que supone la falta de un control sanitario eficaz en las entradas internacionales de nuestras terminales de transporte?

¿Aplauden que las consecuencias de la política errática que se viene practicando, sin otro plan establecido que el de debilitar las instituciones democráticas para afirmarse en el poder, hayan dado como resultado el hundimiento económico del país?

Las metas nunca deben provenir de la conveniencia del gobernante, sino de aquellos problemas que demandan solución.

¿Aplauden el haber tenido que llamar nuevamente a la ventanilla de Europa para evitar la quiebra del Estado?

¿Aplauden que a causa del ataque sistemático al turismo y a la industria del automóvil, hayan volado dos de los pilares fundamentales de la economía española?

¿Aplauden el abandono y desamparo en el que frente a Europa y frente al mundo, han dejado a los agricultores y ganaderos españoles, tercer pilar de la economía española?

¿Aplauden la absoluta falta de entidad de España en el contexto internacional, fruto de la debilidad de un Gobierno, que si se sostiene, será gracias al apuntalamiento económico de la Unión Europea?

¿Aplauden la cesión de soberanía que supone tener que aceptar las condiciones políticas y económicas impuestas por países con mucho menor peso específico que España, pero que han gestionado sus recursos en función de las necesidades de sus países respectivos en vez de despilfarrarlos en acciones solo comprensibles desde la improvisación y la aplicación de una filosofía marxista?

¿Aplauden la sangría social y económica que supone la incontrolable destrucción de empresas y el aumento de un millón de desempleados?

¿Aplauden el fomentar una España que malviva de los subsidios y desincentivar con ello el estímulo del trabajo?

¿Aplauden el incremento descontrolado de nuestro déficit y consecuentemente, el aumento desbocado del endeudamiento del Estado?

¿Aplauden el hipotecar y dejar sin futuro a las futuras generaciones, mediante las políticas ideológicas, sectarias, revanchistas y despilfarradoras?

Cuando se habla de más de 45.000 muertos, miles de los cueles se podían haber evitado con una gestión simplemente sensata, tampoco se piden milagros; cuando hablamos de miles de empresas desaparecidas por esa falta de previsión y de gestión adecuada; cuando hablamos de ese millón de parados en que se ha visto aumentada la cifra de los desempleados en este último trimestre; cuando hablamos de la inevitable ruina que con toda seguridad se cierne sobre todos nosotros en el próximo otoño, no estamos hablando de cifras anónimas: estamos hablando de seres humanos con nombre y apellidos que tienen seres queridos que se preocupan o dependen directamente de él; estamos hablando de esos abuelos que aun desempeñan un papel relevante y necesario en el seno familiar; estamos hablando de ese padre de familia, soporte de toda la estructura presente y futura de la familia; estamos hablando de esos jóvenes que en un momento dado ven truncadas todas sus ilusiones y proyectos de futuro; estamos hablando del futuro que van a heredar cuando lleguen a la edad de su jubilación, los que han entregado toda su vida a la sociedad.

¿En esto radica el progresismo que nos prometieron?

Ante este panorama, sanitario, social, económico —y por encima de todo humano—, esos aplausos reiterados una y otra vez a quien se trata de presentar como el dios del Olimpo, no solo resultan una mofa obscena; no solo resulta un espectáculo realmente patético, sino que con estupefacción, cabe preguntarse: 

Pero, ¿Qué coño es lo que aplauden?

¿Qué progreso le ha producido al sacrificado trabajador español el desenterramiento de Franco, el 8M, el reconocimiento de facto de Gibraltar como un Estado, o el ataque sistemático a la Corona?

En lugar de caer en una fingida y orgullosa autocomplacencia, deberían analizar el mucho y duro trabajo que queda por hacer.

Pero, ¡No! Prefieren crear problemas inexistentes con cuya solución mantener a la población en vilo.

Allí donde el mando es codiciado, y disputado en el propio seno del Gobierno, dónde solo prima la ambición de poder, no puede haber progreso, ni reinará la concordia.

Por ello, para ocultar esta triste realidad, el gobierno precisa del marketing, la propaganda, y auto aplaudirse. Solo les falta vestirse de lagarteranas, para intentar convencer a los ciudadanos, de aquello que sus hechos niegan.

No es cierto que sea la política la que convierte a un candidato en un corrupto. Es nuestro voto el que convierte a un corrupto en político, y los ciudadanos que eligen a políticos corruptos, no son víctimas, son cómplices.


César Valdeolmillos Alonso

martes, 4 de agosto de 2020

Primer objetivo anti-monarquía conseguido

Ayer 3 de agosto se marcará como un día histórico. El rey emérito Juan Carlos I abandona España como si de un exilio se tratase. Por la tarde se hacía público un comunicado de la Casa Real en el que se indicaba que el rey Juan Carlos I, ante los acontecimientos que se están produciendo y la repercusión pública que están teniendo, comunica que se traslada fuera de España. Para algunos es una victoria para el advenimiento de la Tercera República. Para otros es fruto de la crisis monárquica que está teniendo lugar en nuestro país. Para otros es un escándalo que tenga que exiliarse un rey a estas alturas.

Lo cierto es que la Corona española lleva ya muchos años en el punto de mira y en cuestionamiento por parte de la sociedad. Creo que fue en 2012 cuando el rey Juan Carlos I empezó a estar en el punto de mira con el tema del accidente en una cacería de elefantes. Aquella frase de "me he equivocado y no volverá a pasar" dio la vuelta al mundo y nos dio la sensación de que el "niño malo y travieso" pedía perdón por una chiquillada que había hecho. Ya anteriormente se rumoreaba que el rey salía de palacio montado en moto y vestido totalmente de negro y que se corría sus fiestas y se iba con sus "amiguitas" de juerga, dejando a la reina Sofía en casa. Cierto o no, siempre ha tenido fama de mujeriego y vividor.

Lo que está saliendo ahora en la prensa del caso de Corinna, las comisiones que ha cobrado de Arabia Saudí, son escándalos que han ido, poco a poco colmando un vaso que estaba ya lleno. Todas estas filtraciones a la prensa en un momento en el que se quiere desprestigiar a la Corona tienen su sentido. En primer lugar conviene desviar la atención a la situación y al problema que realmente preocupa en España y en segundo lugar es también parte del juego de nuestro gobierno progresista que pretende desbancar la Corona para crear una República. La República Bananera de España.

Justamente ayer salía en la prensa una foto que reflejaba el "odio" que le puede tener Iglesias al monarca Felipe VI. Esa mirada ha dado la vuelta al mundo y, personalmente, refleja mucho más que odio. Refleja un sentimiento de que esa figura desaparezca. Realmente ese es su objetivo, trasladar la monarquía democrática que tenemos a una república. Es evidente que el sistema político que en su momento se creó se hizo para mantener el poder en manos de los que están gobernando y hacer una especie de pantomima. Es evidente que esta democracia española necesita un cambio y una vuelta de rosca y revisión.

De todos es conocida la discordia de Juan Carlos I con Podemos y con el gobierno venezolano a quien ya mandó callar en aquella cumbre hispano-americana, en la que se hizo famosa la frase: "¿por qué no te callas?" que le lanzó Juan Carlos a Chávez, cortando a Zapatero en su intervención. Desde aquella las relaciones de Venezuela y España se empezaron a enfriar continuamente con continuas expulsiones de embajadores de unos y otros.



Ya a finales del mes de mayo, un familiar me comentó que era inminente la salida de Juan Carlos I de España. "En un par de meses lo verás", me dijo. Su destino es desconocido, pero en aquel momento este familiar me decía que posiblemente a la República Dominicana. Hoy se habla también de Suiza y de Bélgica, destinos europeos con los que tiene mucho contacto. Lo cierto es que aquello que me dijeron hace unos meses se ha cumplido. En aquella conversación que tuvimos se hicieron otros pronósticos que vamos a ver si se cumplen o no.

El caso Corinna y las comisiones y cuentas de Suiza llevan dos años dando quebraderos al rey. Ayer precisamente una amiga me decía que "había robado a los españoles, que lo devolviese antes de irse". En realidad no es así. Lo que le ha hecho caer no indica que sea robado a los españoles. El rey hacía un papel de intermediario entre las empresas españolas y los países. En sus visitas oficiales trataba de "vender" y ofrecer los productos españoles, algo que es normal y lógico como embajador y representante de España. Lo que no es normal es que, además de su sueldo como monarca y representante, se llevase un sobresueldo por estas acciones que realizaba. El que un país contratase a una empresa española y a él le dieran una porción, eso es lo no legal. Ese dinero terminaba en cuentas de Suiza, es decir, que no se declaraba en España, con lo que supondría un fraude a la hacienda española. Juan Carlos I lo ha vendido como "acontecimientos de su vida privada". Pero hay que entender que se mezclaba su vida privada con su vida pública como monarca. Lo cierto es que esas comisiones son las que le han hecho caer y tener que poner tierra de por medio.

El rey Juan Carlos no será juzgado en España por el momento por los delitos que ha cometido, porque así lo han decidido los partidos políticos PSOE, PP, Cs y VOX. Mira por donde para esto están unidos, pero para otras cosas no hay manera. De todas formas las cosas han creado cierta crispación. Los socios del gobierno, Podemos, han considerado la salida como una huida de la quema y además que no sabían nada de la noticia que el rey Felipe VI había comunicado a Sánchez hacía una semana. Por otra parte también el PP ha mostrado su descontento con que no se les informase en su momento y que fuese a través de la prensa la salida de Juan Carlos.

Espero que lo que están exigiendo a Juan Carlos, se lo exijan a todos aquellos que también han montado sus imperios en paraísos fiscales como Suiza y no precisamente a costa de "regalos", sino a costa de los dineros de los españoles. Y digo nombres: los Pujol, los ex-presidentes de la Junta de Andalucía condenados por los ERE, entre otros.

lunes, 3 de agosto de 2020

El barco se hunde y no pasa nada

18,5%, ese es el dato. Dato demoledor de la caída del PIB en España en el último trimestre. Dato que venía siendo anunciado a bombo y platillo por economistas y que nadie quería ver. Dato que el gobierno conocía desde hace mucho tiempo y trataba de negar, suavizándolo con un 14%-15%. Pues no, señores, al final ha sido lo que tenía que ser, un 18,5%. Y es que un país que ha desmantelado la industria, ha desmantelado los astilleros, ha desmantelado parte de la flota pesquera, parte de la agricultura y ganadería y se ha centrado en el turismo, cuando este no existe, se viene abajo. Y atención, aviso hoy, a principios de agosto, a finales de verano vamos a ver quién aguanta esta situación.

Porque aquí no pasa nada. Diariamente los rebrotes y los casos aumentan y no pasa nada. Siguen entrando gente sin control por los aeropuertos internacionales. Siguen viajando de una ciudad a otra estos casos importados. Por poner un ejemplo. Melilla, hasta el jueves día 30 de julio tenía un caso ingresado en el hospital. Hoy lunes día 3 de agosto, son 11 los casos. 3 de ellos vinieron de Bélgica a Granada y embarcan rumbo a Melilla sabiendo que están infectados. Pero es que había que llegar a Melilla para celebrar con la familia la "fiesta del borrego". Objetivo cumplido, estamos en Melilla y, como somos asintomáticos, no hace falta ingreso pero sí control en su casa. ¿Quién lo va a llevar a cabo este control? Respuesta: nadie. Al día siguiente es una malagueña la que viaja a Melilla en el avión, infectada por el contacto con un familiar de Alemania. Y nuevamente no hay control ninguno. Aquí se encuentra tranquilamente para celebrar la "fiesta del borrego". Y de momento son 11. Seguro que a lo largo del día de hoy siguen saliendo más casos, porque este fin de semana en Melilla ha habido muchas reuniones familiares para celebrar la fiesta. Pero no pasa nada.

Y mientras aumentan los casos, sobretodo en Cataluña, que es donde más preocupa, nuestro gobierno y nuestros representantes públicos se van de vacaciones, que se las tenían bien ganadas y merecidas. Eso sí, miles de españoles, por no decir millones de españoles, este año se han, nos hemos, tenido que quedar sin vacaciones, porque estar tres meses sin ingresos no te permiten unas vacaciones. Ellos no, han estado tres meses sin asistir al Congreso, pero las merecidas vacaciones se las llevan, que para eso han seguido cobrando sus buenos sueldos y dietas. Estamos ante una gran crisis económica y la mejor solución es "descansar". Así es España, uno trabaja y cinco miran, es el dicho que se ha hecho popular en nuestro país y que se hace realidad en muchas ocasiones. Claro, es normal que necesitemos 5 veces más de políticos que Alemania para gobernar este país, porque uno trabaja y los otros 4 miran y descansan.

Y por si fuera poco, clamamos al cielo porque este fin de semana, en Estepona, un torero ha plantado los huevos encima de la mesa y se ha lanzado al ruedo con 6 toros. Es evidente que el mundo del toro mueve mucho dinero y mucha gente vive de ello. Y como el gobierno de España, dispuesto a acabar con una fiesta que ha sido "imagen de España en el exterior", no ha ayudado a estas personas, alguno tiene que buscar la solución. Una corrida de toros con seguridad y con aforo limitado, como se está haciendo en los conciertos. Enrique Ponce ha salido al ruedo a pesar de las críticas y manifestaciones de los animalistas. No soy amigo de los toros, ni me gustan, ni me parecen bien, pero entiendo que es un arte y pertenece un poco a la cultura española. Ya Goya los retrataba. Pero no entiendo por qué tanta crítica y denuncia a los toros y nadie se ha quejado de los miles de borregos que han sido degollados, sí, sí, literalmente degollados en nuestro país el viernes. Nadie dice nada. Eso se permite y se ve normal, ¿porque es también parte de la cultura de nuestro país?



Para que nos hagamos una idea. Esto es lo que han encontrado unos vecinos al lado del contenedor de la basura el sábado por la mañana. Algún sinvergüenza se ha saltado varias leyes porque le da la gana. En primer lugar se ha saltado la ley que prohibe matar animales en tu propia casa. Mi tío tiene finca con animales y cada vez que quiere matar uno, deber llevarlo al matadero. Pero eso es en la Península y esto otro en Melilla, que es diferente. En segundo lugar se ha saltado la normativa de arrojar la basura. Como bien indican en los contenedores el horario es de 19:30 a 23:30, por lo que debería ser sancionado con los 750€ que indica en el mismo contenedor. Y en tercer lugar se ha saltado una ley de sanidad pública, donde indica que no se puede dejar del contenedor restos biológicos para evitar olores, bichitos indeseables y otro tipo de enfermedades. Aquí todo vale y cada uno se busca la vida, que para eso vive en esta ciudad. Ahora, no digas nada que encima eres racista y no entiendes una tradición ancestral que viene escrita en la biblia, porque así lo hizo el padre Abrahán y el profeta Mohamed lo mandó repetir anualmente.

Poco a poco vamos viendo que este barco que es España se va hundiendo y aquí no pasa nada. Nadie trata de bracear para salir a flote. ¿Recuerdan a la orquesta del Titanic tocando mientras el barco se hundía? Pues algo así pasa en España. La orquesta sigue tocando como si no pasase nada para tranquilizar al personal. Al final de la escena, ellos se despiden como si nada y siguen tocando.


Los Santos Inocentes

 El 28 de diciembre la Iglesia Católica celebra el día de los Santos Inocentes. Con esta fiesta recuerda lo que la tradición narra y los eva...