La Hispanidad

El 12 de octubre es una fecha significativa para España. Fue un 12 de octubre de 1492, cuando Cristóbal Colón llegó a la isla de San Salvador. Después de una dura travesía, en la que ya la tripulación estaba a punto de sublevarse contra él porque no llegaban a ver tierra, el vigía gritó, desde el palo más alto, la palabra mágica: ¡TIERRA!

Y de esta forma, Colón llegó al continente América, aunque él siempre estuvo convencido de que había llegado a las Indias. Aquel hecho supuso, para España, en aquel momento, el Reino de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, la incorporación a esta corona de unas tierras muy ricas, pobladas y totalmente desconocidas por aquellos tiempos. En segundo lugar, la demostración de que la tierra era redonda y que por lo tanto se podía llegar al mismo punto, rumbo al este o rumbo al oeste. Y en tercer lugar, el conocimiento de un nuevo continente, que nos llevaría a señalar que había más mundo del conocido hasta entonces (Europa, África y Asia). Así que, esta fecha pasó a la historia, uniendo al pueblo español con el pueblo americano.

Ahora bien, la fecha no es del todo reconocida con tanto interés para los pobladores de uno y de otro continente. Es decir, mientras en España está considerada fiesta nacional y se celebra por todo lo grande (incluso se hace una exhibición del ejército en un desfile militar), en el otro lado está no está considerado como una fecha importante, sino que le han dado el carácter de “exaltación de la raza”. Así que, es normal que un peruano o un colombiano, digan que ellos no celebran la fiesta de la Hispanidad, sino que celebran la fiesta de la raza.

Entiendo que, cuando Colón llegó a América, el Nuevo Mundo nombre que recibió durante mucho tiempo, se encontró con una serie de hombres y mujeres que, para él y los que le acompañaban, estaban en otra época. El color de la piel, los vestidos de unos y otros e incluso el idioma eran distintos y por lo tanto unos eran superiores a los otros, o quizás no. Lo cierto es que los indios americanos se vieron sorprendidos por aquellos seres que “lanzaban fuego con un palo” y además montaban en unos seres tan magníficos y extraños que llamaban “caballos”. Pero también hay que señalar que, como en todo, en la historia de la conquista hay muchos mitos e historias raras.

La verdad es que los conquistadores españoles, hicieron muchas de las suyas y mataron a muchos indígenas, eso por descontado, pero también es cierto que se mezclaron mucho más con los indígenas y en pocos años empezaron a surgir grupos de mestizos e incluso de mulatos. También es cierto que se llevaron muchos esclavos de África para trabajar en los campos y en unas condiciones pésimas, pero hay que recordar que la gran mayoría de estos esclavos surgían de los conquistadores ingleses y franceses y que regiones como Colombia, Venezuela, Cuba, que pertenecían al reino español, se convirtieron en refugio y asilo para muchos de estos esclavos que escapaban.

Y es que, la conquista y colonización de América fue muy distinta entre ingleses, franceses y españoles. No hay que quitar culpa a estos últimos, pero su planteamiento era muy distinto al de los primeros. Los españoles llegaban convencidos de que aquellas personas que allí se encontraban eran analfabetos y sobre todo tenían una religión que en poco coincidía con la suya. Los españoles tenían el deseo y el objetivo de evangelizar a estas “criaturas salvajes”. Pero en muchas ocasiones se vieron obligados a utilizar las armas para llevar adelante esa evangelización. Sea como fuere, la cultura española se entremezcló con la cultura de los indígenas. Nosotros nos enriquecemos de ellos y ellos de nosotros.

Para terminar, hay que decir que, los españoles de hoy no somos culpables de las barbaridades que pudieran hacer aquellos antepasados y por lo tanto, en ningún momento nos tenemos que sentir culpables, ni deberían responsabilizarnos de aquello que hicieron los españoles de entonces. Lo que debería ser es mantener y reforzar los lazos que se iniciaron en aquel tiempo y que todavía hoy se mantienen en nuestros días.