Por otro lado afiliados y dirigentes de Podemos están abandonando el barco, esgrimiendo que la dirección de partido ha perdido el rumbo inicial. Es cierto, pero lo perdió hace mucho tiempo. Es más, ¿tuvo alguna vez rumbo como partido o lo tuvo para que sus "cabecillas" medrasen y llegasen donde han llegado: ministros y vicepresidentes?
Me da a mí que este es el fin de Podemos. El hueco de Podemos lo viene a llenar Sumar. ¿Durará o tendrá una decadencia como la de su precursor? El tiempo nos lo dirá, porque el tiempo pone las cosas en su sitio.
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