Según el diccionario de la RAE, la definición de fugado es aquel que se ha escapado o huido de un sitio. Por otra parte, la definición de exiliado es aquel que ha sido expatriado, normalmente por motivos políticos.
Ahora vamos a poner nombre y cara a estos términos. El señor Puigdemont huyó de España hasta Bélgica. Y decimos huyó porque, al parecer, cruzó la frontera España-Francia, metido en el maletero de un coche. Lo cierto es que yo las veces que he ido a Francia o a Portugal, no he necesitado meterme en el maletero, porque he cruzado sin problemas. Es más, ni documentación he tenido que presentar.
Por lo tanto este señor se marchó de España escondido, huyó. Y huyó porque se "olía" que iban pescarle y a meterlo en la cárcel, como cayeron algunos de sus camaradas. Así pues, este señor es un fugado de España.
Resulta que hace unos días, el señor Sánchez dice que ha estado hablando con Puigdemont, exiliado en Bélgica. ¿Exiliado? Pero si no se le ha expatriado, si salió huyendo. Vamos que ahora nos van a vender que este señor fue exiliado de España. Pues no, vamos a llamar las cosas por su nombre. Puigdemont está huido, fugado de España.
De hecho, a este señor se le ha llamado a juicio muchas veces en España y no se ha presentado. Si fuese exiliado no tendría ninguna pega para que viniese. Pero como fugado no quiere venir a España porque tienen una orden de detención que le llevaría directamente a prisión si pisa el territorio español.
¿Y eso es exilio? Pues no nos vendan algo que no es. Llamen las cosas por su nombre.
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