La cosa no viene del 17 de mayo de 2022, sino ya desde el año 2018 y se agravó en el 2019. Fue entonces cuando Marruecos, de forma unilateral, cerró el paso de mercancías de España a Marruecos. Ellos decían, y siguen afirmándolo, que era para evitar y acabar con el contrabando y el porteo, actividad, por otra parte, de la que se beneficiaba el 80% de la población de Nador, Beni-Enzar, Marihuari, Farhana..., entre las poblaciones próximas a Melilla y que supongo que ocurriría lo mismo con el paso de Ceuta.
Así que, para acabar con este contrabando y por lo tanto con una economía sumergida, cerraron el paso al porteo, a camiones, camionetas y todo lo que fuera llevar productos desde España hasta Marruecos por carretera. Mientras tanto, abrían en Beni-Enzar un puerto comercial que evitaba así la llegada de las mercancías al puerto de Melilla y desde allí se trasladase a Marruecos.
Esto provocó que, a principios de 2020, comenzasen los problemas económicos, que luego se vieron agravados con el confinamiento y el cierre de la frontera. Todos y todas aquellas que vivían de pasar diariamente productos de Melilla a Marruecos, quedaron sin esta posibilidad y por lo tanto sus ingresos se vieron reducidos a 0. Comenzaron protestas para que se abriese la frontera, pero con el paso de los días, todo el movimiento fue acallándose y por lo tanto se quedó en esperar a ver cómo se solucionaba el tema de la apertura de la frontera.
Y llegó la apertura, después de retrasar mes a mes la misma. Y cuando llegó el planteamiento fue diferente desde el primer día. Se proponía una "apertura de la frontera paulatina". Esto suponía que, primero entrarían aquellos que tuviesen el pasaporte con el visado sellado, luego los transfronterizos y finalmente los productos de alimentación. Pero claro, toda esta normativa fue haciéndose sobre la marcha. Y es evidente que "nunca llueve a gusto de todos". Así que empezaron las protestas por tener que sellar el pasaporte, cuando antes no era necesario. También llegaron las protestas por el tema de los transfronterizos y el papeleo que tienen que realizar, además de su sueldo, de las condiciones que se debe cumplir, que, dicho sea de paso, me parece bien que se regule este tema (haremos otro post sobre esta cuestión) y ayer se publicaron las normas para la entrada de productos de alimentación, concretamente el pescado, que se permitirá el paso durante tres horas diarias de lunes a viernes y con certificados sanitarios y de veterinarios. Y nuevamente las críticas y las pegas. Pues, personalmente creo que es por nuestro bien. Porque, si a los productos que llegan de la Península les ponemos condiciones sanitarias y debe haber un control de veterinario, creo que lo mismo al que llega de Marruecos. Lo que pasa que todo esto, encarece el producto. Pues lo mismo, la competencia sin impuestos no es válida, porque siempre costará menos si no hay legalidad. Que, dicho esto, no quita a que seguirán vendiendo, por lo bajini, el pescado. Y los trapicheos típicos de Melilla no se evitarán y seguirán existiendo.
Pero lo que tenemos que tener en cuenta es que, si queremos productos de calidad, tenemos que hacer lo posible para que se regule y no se permita todo a cualquier precio. De la Península nos llegan muy buenos productos, pero los costes se elevan por el transporte, por los registros sanitarios y por los intermediarios. De Marruecos nos llega de todo, grande, pequeño, sin calidad y con calidad, pero con precios con los que no se puede competir, porque el transporte se hace de cualquier forma, los registros sanitarios se hacen a medias o no se hacen y los intermediarios son el pescador y el vendedor, que esto último es siempre lo mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario