miércoles, 23 de marzo de 2022

España cede el Sáhara, un nuevo chantaje marroquí

 El viernes 18 me sorprendía leyendo en la prensa la noticia de que España reconoce que el Sáhara pertenece a Marruecos, algo que no podía creer y que, automáticamente, me hizo empezar a informarme sobre este tema.

La cosa viene de largo. En 1976, el último soldado español abandonó el Sáhara, dejando a este pueblo a su suerte. Oportunidad que aprovechó Marruecos, siempre con los dientes y garras a punto, para desplegar su ejército en la zona y proclamar que aquel territorio estaba bajo su bandera. España cayó la boca, y se mantuvo neutral. Argelia levantó la voz y se enfrentó a Marruecos, reconociendo la autonomía del Sáhara y luchando en apoyo del frente polisario, fuerzas saharauis que tratan de defender su territorio como sea de Marruecos. 

El pueblo saharaui habla, en su mayoría, español, y muchos de ellos, siguen sintiéndose españoles. Incluso todavía existen ciudadanos que tienen DNI español y que viajan con frecuencia a Canarias, que se encuentra bastante próxima. Mientras tanto el pueblo marroquí trató de "anexionar" este territorio al suyo, arguyendo que en sus tiempos Marruecos llegaba hasta más abajo del Sáhara. En sus tiempos, estamos hablando del siglo XVIII, por lo menos y Marruecos no existía como tal, sino que era un reino, lleno de cabecillas, que se peleaban entre ellos por unos metros más de terreno.

Hay que recordar que Marruecos nació como nación en 1956, y para entonces el Sáhara era español y por supuesto Ceuta y Melilla, también. Ceuta fue primero colonia portuguesa y se incorporó al reino de España cuando Portugal fue parte del mismo. Melilla fue tomada por Pedro Estopiñán en 1497 y cedida a los Reyes Católicos. Pues no hay llovido nada desde entonces y nunca han dejado de ser españolas, por mucho que se empeñe el rey marroquí.

Volviendo a nuestro tema inicial, hay que señalar que desde que España abandonó el Sáhara, su postura fue de neutralidad ante el conflicto que se estaba creando entre Marruecos y el Frente Polisario. Esta postura estaba esperando que la ONU solucionase el conflicto, cosa que, evidentemente, nunca se produciría, porque la ONU no trata de resolver este tipo de conflictos. Así que los años corrían y no había solución.

Mientras tanto, Marruecos hacía su política contra España. Una política marcada por el chantaje una y otra vez. Esto consiste en que, cuando quiero conseguir algo, presiono donde más duele y al tiempo, obtengo el beneficio. Así que, Marruecos presionaba a España en Ceuta y Melilla, en Canarias y en el estrecho. ¿Cómo lo hacía? Pues con la presión migratoria y con el contrabando de droga. Mayo de 2021 será recordado por la "invasión civil" que sufrió Ceuta. Los marroquíes abrieron las puertas de la frontera y, mediante un engaño, dejaron pasar a miles de ciudadanos a Ceuta sin control alguno. En cosa de horas, Ceuta se vio invadida por más de 20 000 marroquíes de todas las edades, sobre todo niños y jóvenes.

Anteriormente había abierto las puertas de los cayucos con dirección a Canarias. Otra vez, miles de ciudadanos marroquíes y de subsaharianos, pero sobre todo marroquíes, llegaron a Canarias en cosa de días. Fue tal la invasión que se produjo que tuvieron que empezar a alojarlos en los hoteles de las islas para poder hacer frente. Todavía a fecha de hoy, sigue Canarias invadida de marroquíes, que generan, un día sí y otro también, problemas y altercados. Aunque no salen en las noticias, los habitantes canarios empiezan a estar un poco cansados de esa situación.

Casualmente, hace dos semanas, más de 2000 migrantes se acercaron a la valla de Melilla y en cosa de dos días, 800 lograron pasar a la ciudad sin más pegas que saltar la valla. Una nueva invasión que, parece que ahora mismo, está controlada.

Todas estas invasiones tuvieron, automáticamente, respuesta por parte del gobierno español. Dinero para que Marruecos controle la migración, unos buenos coches para patrullar las fronteras... Lo de siempre, España cede al chantaje marroquí y por un tiempo las cosas se calman.

Es curioso ver que, mientras el Reino de Marruecos se gasta miles de millones en actualidad y mejorar su ejército con lo último de lo último, en cuestión de fronteras tiene que ser Europa, a través de un fondo que existe para ello y por mediación de España, la que abastezca y compre el material para Marruecos. La última compra de todoterrenos, equipados con todo lo último, mejores que los que tienen nuestros agentes, fue la adquisición entregada después de lo sucedido en Ceuta. Unos 30 millones de euros nos costaron a todos los españoles y europeos esa compra.

El tema del Sáhara, que llevaba mucho tiempo más o menos callado en nuestra prensa, volvió a la misma cuando el año pasado se atendió al líder del Frente Polisario en un hospital de La Rioja de su enfermedad agravada por el COVID. Entonces fue cuando Marruecos envió su "invasión civil" a Ceuta.

La noticia del viernes, decisión que parece ser que todo el mundo desconocía, se llevaba fraguando desde hacía tiempo. Con este movimiento, Marruecos obtiene la soberanía, reconocida por España, su legítimo propietario hasta la fecha, sobre el Sáhara y a cambio, se compromete (y de los compromisos de Marruecos, personalmente no me fío mucho) a olvidarse de Ceuta, Melilla y Canarias. Pero la experiencia que tengo me dice que este compromiso tiene fecha de caducidad. En el momento en que el Sáhara esté firmado como parte de Marruecos, empezará el acoso y derribo contra Ceuta y Melilla. Ya lo dijo su ministro de exteriores hace unos años y este pueblo es así. Su palabra comienza a tener poco valor y fiabilidad.

Por si fuera poco, la semana pasada se votó en el Senado la posibilidad de que la OTAN se extendiese a las ciudades de Ceuta y Melilla, propuesta llevada por el grupo VOX al Senado. Pero se encargaron de rechazarla, para no ofender a su vecino y amigo Marruecos. Lo mismo que la visita del jefe del estado, el rey, no se produce a Ceuta y Melilla, para no ofender a Marruecos. Y no se toman muchas medidas en Ceuta y Melilla, para no ofender a Marruecos. Y con este "no ofender", así nos va. Antes de que la frontera se cerrase, ya habían empezado los problemas económicos sobre Melilla. La frontera no se abre hasta que Marruecos quiera. No se invierte en Defensa en Melilla, para que Marruecos no se vea amenazado. Se le permite todo y mucho más, no vaya a ser que se enfade... Presión económica, presión migratoria, presión política... Y España calla y cede.

Tal y como están las cosas, si Marruecos invade Ceuta y Melilla por la fuerza, España tiene que sacarse las castañas del fuego ella sola, porque la OTAN no va a intervenir, tal y como lo ha hecho en Ucrania. No es territorio OTAN, no intervenimos.

Así que, tiempo al tiempo, y ya veremos si la palabra del reino alauita tiene valor o no. Personalmente ya digo yo que no. Mi experiencia personal en estos 14 años, es que no te puedes fiar mucho de ellos, porque por delante te ponen la buena cara y la sonrisa y por detrás te la están jugando. Siempre hay alguno que no, pero la mayoría así es.

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