Tormenta en el PP

 Mientras estalla la guerra en Ucrania, otra batalla se libra en el Partido Popular. Todo estalló hace una semana, cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid, Ayuso, salió a los medios de comunicación denunciando que, desde la directiva de su partido, estaban realizando una campaña de acoso y derribo y denunciando irregularidades en su gestión en la Comunidad de Madrid. Al parecer, su hermano había intermediado en la compra de unas mascarillas en los primeros meses de la pandemia en 2020, y se había embolsado un buen dinero a costa de los madrileños. Esto, la directiva del PP señalaba que se lo habían comunicado directamente desde Moncloa y le pedían que presentase documentación y demostrase lo contrario.

Ayuso, lo denunció publicamente, y señaló que su hermano se dedicaba a intermediar en la compra de material sanitario desde hacía más de 20 años. Que si había participado en esta operación era porque se lo habían pedido desde la empresa a la que se le había adjudicado la compra, con la que no tenía nada que ver y que si se había llevado un dinero, era el 3% de la operación, que era su "sueldo" por realizar este tipo de operaciones.

Lo cierto es que Moncloa salió al paso desmintiendo que ellos hubiesen proporcionado esta información a la dirección del PP. La dirección del PP salió señalando que no había habido investigación ni detectives y que se le había llamado en su momento para que diese explicaciones, y que seguían esperando. Que le abrían un expediente informativo a Ayuso y que tomarían medidas.

Y al día siguiente, toda la historia saltó por los aires. Empezaron a dimitir miembros de la directiva del PP. El portavoz del partido y alcalde de Madrid, se desmarcó y dimitió de su cargo de portavoz para "centrarse en el ayuntamiento de Madrid". La mano derecha de Pablo Casado, Teodoro, dimite y abandona su escaño en el congreso. El fin de semana estuvo cargado de dimisiones y de renuncias. Los barones llaman al orden, porque ven que todo se fragmenta y piden la dimisión de Casado.

Comienza la semana y Casado hace una intervención de despedida en el congreso en la que hasta el propio presidente del Gobierno le señala que le desea todo lo mejor en su vida personal.

Los barones se reúnen con Casado para ver cómo pueden poner orden y recomponer lo que ya parece una división en toda regla. Tras cuatro horas de reunión, salen de la misma señalando que se adelanta el congreso de la directiva del PP al mes de abril (estaba programado para julio), que Casado no dimite, pero que no se volverá a presentar como candidato para la dirección del partido, que hasta el congreso se mantendrá en la dirección, y en el momento que halla un nuevo presidente, él desaparecerá. Vamos, que parece que todo está "medio arreglado". Así que tendremos que esperar hasta principios de abril para ver cómo queda la nueva directiva del PP y mientras tanto, seguirán las luchas internas y las investigaciones, para demostrar si hubo o no corrupción en el PP madrileño.