La respuesta internacional vino de mano de las sanciones y limitaciones. La Unión Europea ha "cerrado el grifo" a las importaciones rusas. Alemania comienza a negociar con Noruega para importar gas noruego y así eliminar la dependencia del gas ruso... Todas estas medidas se unen a las ya tomadas por la OTAN hace semanas, enviando soldados y armamento al gobierno ucraniano para poder defenderse ante un ataque de Rusia. Pero este país cuenta con 1 millón de soldados, de los que 200.000 se encuentran desplazados en una "supuestas maniobras" en la frontera con Ucrania. Y Ucrania cuenta con menos de 200.000 efectivos militares para proteger su país, lo que le hace vulnerable y por supuesto necesitado de ayuda internacional.
Al parecer, esta noche Rusia ha lanzado la invasión definitiva. A media mañana las noticias eran que 40 soldados y una decena de civiles ucranianos había perdido la vida en los ataques. Las fuerzas de Rusia habrían penetrado en Ucrania por diferentes sitios de la frontera, incluida Crimea. Ucrania se pone en modo defensa y esto indica que no se van a rendir tan fácilmente a la guerra con Rusia.
Lo cierto es que nadie queremos una guerra en el corazón de Europa y menos con Rusia como principal actor, ya que esto significaría una entrada de otros países como EEUU para ayudar y defenderse contra su eterno rival. Se han hecho esfuerzos diplomáticos para evitar esta situación, pero de poco han servido.
La paz se encuentra amenazada por los intereses de unos y otros. Es evidente que son los políticos de turno los que quieren la guerra. Seguramente si preguntamos a los ciudadanos, tanto de unos como de otros, nos responderían que no quieren guerra ninguna, porque en las guerras todos pierden, nunca hay ganadores ni derrotados. Todos salen derrotados, porque, aunque el que salga más victorioso, de la sensación de que ha ganado, también ha perdido. Ha perdido vidas humanas, que es lo que importa, ha provocado sufrimiento entre su población, ha desestabilizado la convivencia y por supuesto ha desacreditado el derecho internacional. El orgullo de un "dictador" es el que provoca este tipo de situaciones.
Pido a Dios para que esto no vaya a más y por supuesto que cese la violencia.
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