jueves, 6 de enero de 2022

Ya vienen los Reyes Magos

 Ya vienen los Reyes Magos. O mejor, podríamos decir: Ya han venido los Reyes Magos, porque ya estamos a 6 de enero, día de Reyes. Los cristianos decimos: Día de la Epifanía del Señor. Epifanía es una palabra griega que significa «Manifestación». Y así es, Dios se manifiesta a los Reyes Magos que representan a todos los hombres de buena voluntad que viven en esta Tierra.

El relato de los Reyes Magos es muy conocido. Se trata de esa historia en la que tres personajes, que no se conocen de nada, se ponen en camino al ver una estrella brillar en el cielo. Una estrella diferente y que, ellos intuyen que es algo especial. Se encuentran por el camino, y viendo que su objetivo es el mismo, llegan hasta Belén, donde encuentran al Niño, le entregan sus presentes y lo adoran. Pero históricamente, los tres Reyes Magos son un misterio.

Es en el evangelio de San Mateo donde se les menciona. Se cita a unos magos venidos de Oriente, pero no dice que fueran reyes. La palabra magos significaba para aquellos tiempos sabios y así muchos historiadores indican que además podían ser astrólogos y cultivadores de las ciencias, especialmente la astronomía, que por aquel entonces no tendría nada que ver con la actual.

El que fuesen tres también tiene su intríngulis. Los cristianos armenios suponían que fueron 12 como los apóstoles. Y fue a partir del siglo V, con el papa san León I, cuando ya se concretó en la cifra de 3 y además dejaron de ser Magos para convertirse en Reyes de Oriente, ya que la palabra Mago se asociaba a la práctica de la magia, que por otra parte estaba mal vista.

Los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar se escribieron por primera vez en un mosaico de mediados del siglo VI, en la basílica de San Apollinare Nuovo, en Ravena, Italia. Si bien aparecen en los evangelios apócrifos, concretamente en el Evangelio armenio de la infancia. Es más, Baltasar no fue considerado africano (por el color de su piel) hasta el siglo XVI. Es muy curioso pero en algunos países sus nombres eran totalmente distintos. En Milán los conocían como Dionisio, Rústico y Eleuterio. En Grecia les decían Apellicon, Amerin y Serakin. En Siria, sus nombres eran Kagpha, Badadilma y Badadkharida y en Etiopía se llamaban Ator, Sater y Paratoras.

Su aspecto fue descrito en el siglo XIV por un monje benedictino llamado Beda el Venerable. En su manuscrito señala que Melchor (que significa "rey de la luz") es un "anciano de blancos cabellos y larga barba del mismo color". Viaja en camello de dos jorobas. Proviene de Europa y es el que le regaló el oro. Gaspar (que significa "administrador del tesoro") es "más joven y rubio" que proviene de Asia. Viaja en un caballo de raza árabe. Su regalo fue el incienso y Baltasar (que significa "Dios protege el rey") es "un señor negro" que proviene de Babilonia. Viaja en un elefante. Su regalo fue la mirra.

A mediados del siglo VI los cristianos comienzan a celebrar cada 6 de enero la "Epifanía del Señor".

Los Reyes Magos le hacen su ofrenda: oro, incienso y mirra. El oro es el más precioso de los metales. Por eso es el símbolo de los reyes. El incienso es una preparación de resinas aromáticas vegetales, a las que se añaden aceites de manera que, al arder, desprenden un humo con un olor muy característico, que se utiliza en la oración a Dios. Por eso se considera como el símbolo de los dioses. Y el tercero le presenta mirra, que es una sustancia rojiza aromática, muy común en el medio oriente y Somalia y muy valorada en la antigüedad para la elaboración de perfumes y para embalsamar a los muertos. La mirra es el símbolo de la humanidad, el símbolo de que debía morir como un hombre.

Los tres magos llegan de tierras lejanas, y le han reconocido como un niño especial, le han adorado como un rey, como un dios y como un hombre.

Con el paso de los años los regalos se cambiaron y Melchor traía dulces, golosinas y miel. Gaspar traía zapatos, ropa y cosas prácticas o necesarias y Baltasar, como consecuencia del racismo existente en aquel momento, castigaba a los niños malos dejándoles carbón o leña. Afortunadamente esto cambió en el siglo XIX y los reyes empezaron a traer regalos sin distinción de sus funciones. En España surge la tradición de que los niños reciban regalos de los Reyes Magos la noche del 5 al 6 de enero a finales del siglo XIX, principios del XX. Esta tradición la llevan a Hispanoamérica y otros países de Europa. La tradición de poner el zapato en la puerta viene de Holanda, donde no festejan el día de Reyes.

Tras su adoración al niño, los Reyes Magos volvieron a sus hogares. Según la tradición provenían de Europa, Asia y África. Hay que tener en cuenta que este era el mundo conocido en aquel momento y que por lo tanto ese debía ser su origen. También hubo una línea de estudiosos que señalaba el origen de Persia.

En la catedral de Colonia, en Alemania, hay un gran cofre de oro que supuestamente guarda los restos y las reliquias de los tres Reyes Magos. Esta tradición cuenta que se convirtieron al cristianismo y llegaron a ser tres obispos que murieron martirizados y enterrados allí.

Junto a la tradición de los Reyes Magos nos encontramos con otra que es el Roscón de Reyes. Todo en ella tiene su simbología religiosa. Para comenzar, la forma circular representa para los cristianos el círculo infinito del amor a Dios, ya que no tiene ni principio ni fin. Las frutas secas y cristalizadas que adornan el delicioso pan simbolizan las coronas de los Reyes, mientras que el muñequito escondido en él, refleja los tiempos en los que la Sagrada Familia tuvo que huir a Egipto y ocultar al niño Jesús para protegerlo del cruel Herodes. Cuando comemos el roscón, estamos haciendo comunión con Dios.

La tradición data del siglo XIV en Francia. La manera de compartirla era un ritual: la primera rebanada era para aquél que fuera pobre o que llegara sin avisar a casa. La siguiente era para los ausentes, es decir, para los hombres que estaban en la armada del Rey y eran enviados a la guerra. Finalmente se compartía entre el resto de presentes. Esta tradición se expandió a otros países de Europa y América.

Si se tiene suerte, puede encontrarse dentro del roscón un haba o una moneda o un muñequito, lo que significa que esa persona seré el Rey o la Reina del día. En México el afortunado o afortunada se convierte en el padrino o madrina del niño Jesús y el día 2 de febrero, día de las Candelas, deben llevarlo a bendecir a la iglesia y festejar el acontecimiento de la Presentación de Jesús en el templo, que se celebra en esta fecha.

Mito o cuento, tradición o historia, lo cierto es que esta noche del 5 al 6 se ha convertido en una noche mágica, en la que todos, pequeños y grandes, se llenan de ilusión para abrir los regalos, para descubrir lo que, un año más, les han traído los Reyes Magos. Feliz día de Reyes.

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