Lo cierto es que esta tarde de reyes, va a evitar que la gente se agolpe en las calles. O por lo menos esa es la finalidad, que la gente no se agolpe mientras espera el paso de los reyes. Lo que no sé muy bien es cómo van a evitar que la gente no se agolpe en la cola mientras esperan para poder entrar en el parque. Porque si van a controlar el acceso, eso supone que la gente tiene que hacer cola. La hacemos para comprar el pan, así que ya estamos entrenados. Y hacer cola, en un acto como este, supongo yo que no será una cola de dos o tres metros, sino que abarcará metros y metros.
Para todo este montaje de cabalgata estática, se van a contratar a 40 personas que bailen y animen el cotarro, porque si no queda muy soso. Y para ello se cuenta con 15000 euros. Supongo yo que el dinero que iban a gastar en pagar a las personas que participaban en la cabalgata, lo emplearán para este nuevo formato, porque si para esto han tenido que hacer una nueva partida presupuestaria, me da a mí que los números se van de madre.
Por otra parte, sigo escuchando en la radio que, sí se ha sustituido la cabalgata por este formato, pero que de momento sigue en pie la chocolatada de hoy día 4 por la tarde en la Plaza de las Culturas, en la que se suele invitar a comer el roscón de reyes. Ahí nadie piensa que se va a masificar, si bien, mi experiencia de años anteriores, es que la gente se agolpa, aunque en fila, pero se apelotona para obtener su vasito de chocolate y su trocito de roscón, que para eso lo regala el Ayuntamiento.
Ayer por la tarde noche tuvo lugar el concierto de la London Community Ghospel Choir y estaba a tope. Sí, de acuerdo, se hizo en la calle, en la Plaza de España, y la gente tenía que estar sentada y por lo tanto había aforo. Pero nadie ha pensado en todas aquellas personas que no pudieron sentarse y que ocupaban, de pie, las aceras e incluso los jardines de la Plaza de España. Ya veremos hasta dónde siguen subiendo los casos, pero seguro que hasta finales de enero, estamos liados con el tema. Y lo peor es que, cuando empiecen a bajar llegarán los carnavales y entonces no nos dará tiempo a que las cifras lleguen a un mínimo. Eso sí, los culpables son únicos, la hostelería.
Espero que tras estos dos encuentros multitudinarios en los finales de los días de Navidad, no aumenten los positivos a 2000. Porque estas cifras no las hemos visto ni cuando empezamos con la pandemia, allá por el mes de marzo de 2020. ¡¡Uf, que lejos queda eso ya!! Mira que ya estamos en el 2022.
Presiento que, un año más, me conformaré con ver los reyes llegar por la tele, que siempre se mantienen mejor las distancias y así evito lo que no quiero.
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