Desde el 16 de agosto, el único espacio no controlado por los talibanes fue el aeropuerto. Los soldados americanos trataron de controlar a las multitudes que allí se agolpaban, buscando alguien que les pudiera hacer subir a un avión y salir de aquello que ellos ya consideraban, un infierno. Y eso que todavía no había llegado la fecha que se había decretado para la retirada de todas las tropas, el 31 de agosto.
15 días de agonía, de vuelos cada 45 minutos, tratando de sacar a aquellos que ellos consideraban más vulnerables por colaboracionistas. Vuelos que incluso lanzaban bengalas para evitar que un misil les derribase. Vuelos que los que hemos visto cómo se aferraban a los trenes de aterrizaje y caían al vacío al elevarse. Vuelos en los que la gente se hacinaba para poder viajar y salir de allí.
España se convirtió en país de escala. Torrejón y Rota se convirtieron en bases de acogida. A Torrejón llegaban aquellos afganos que habían colaborado con España y a Rota llegaban los aviones americanos que hacían escala para continuar su viaje. Lo cierto es que España se convirtió en punto estratégico para poder hacer escala. Si bien, tampoco podían llegar los aviones directamente desde Torrejón hasta Kabul, por lo que debían hacer otra escala en Dubai, pero esta era simplemente una estancia corta para repostar.
15 días en los que miles de afganos han conseguido salir de ese país que ellos consideran una ratonera. Y si no han podido salir ellos, por lo menos sus hijos. Hemos visto imágenes en las que, padres totalmente abatidos y desesperados, entregaban sus hijos a los soldados para que estos pudieran hacerlos salir de aquel país. Miles de afganos que, a día de ayer cruzaban las fronteras de Pakistán a pie, sabiendo que este país ya está también colapsado y no puede recibir más exiliados. Miles de afganos que saben que lo único que les espera, si se quedan, es la muerte, por haber colaborado con países occidentales.
Ayer, 31 de agosto, podíamos ver la imagen del último soldado americano en el avión. Acto seguido, una vez que había despegado, se veían fuegos artificiales en el cielo. Los talibanes celebrando la "victoria" sobre los americanos, después de 20 años. Previamente a esta imagen del último soldado ("el último de Afganistán"), los talibanes ya habían tomado posesión del aeropuerto y esto indicaba que todo estaba vendido. Que en el momento en que despegase ese avión, no se sabría lo que iba a pasar, porque ahora la única forma de seguir conociendo la realidad es a través de los vídeos que, de forma secreta, consigan colgar en internet los que allí se encuentran.
No sabremos si los talibanes "pasarán por la piedra" a todos los que se sepan colaboradores con los extranjeros. No sabemos si los terroristas tendrán un espacio de refugio y de preparación en este país. No sabemos si las mujeres y niñas podrán seguir acudiendo a la escuela. No sabremos nada, por el hermetismo de este gobierno talibán que comenzará a sembrar su odio y terror. Sabremos lo que los satélites espías pueda observar y lo que la población pueda mostrar de forma fugitiva.
Lo cierto es que 20 años ha durado la guerra de Afganistán y los resultados han sido totalmente negativos. No se ha obtenido beneficio, sino más bien se ha producido gasto. Este territorio siempre ha sido inaccesible. Ya lo intentó Alejandro Magno, y no pudo. Luego el imperio Británico y salieron de allí corriendo. La Unión Soviética mantuvo su hegemonía hasta finales de los 80, pero también salieron corriendo de allí. Y a partir del año 2001 lo intentó Estados Unidos, y tampoco ha conseguido nada. Sólo perder hombres y dinero. Incluso 13 soldados dejaron la vida en los últimos días de agosto, tratando de proteger el aeropuerto, cuando sufrieron un atentado bomba en sus propias narices.
Únicamente China ha intentado mostrarse tranquila y no ha cerrado la embajada. Pretende reconocer el gobierno talibán y empezar a hacer negociaciones con ellos para extender su poder económico en la zona. China tiene una pequeña frontera con el país, pero no es tan fácil de acceder por ella como parece. Sin embargo, vamos a ver cómo termina el proyecto chino, ya que ellos no se plantean, en ningún momento, enviar soldados.
Ahora comienza este nuevo estado talibán en Afganistán. También es cierto que, durante un par de semanas, Afganistán será siendo foco de la noticia y seguirá apareciendo en la televisión. Pero pasado este tiempo, dejará de ser noticia y se normalizará la situación y nos olvidaremos de este país en el que el miedo y terror reinarán. Lo vimos en Siria hace unos años y sufrimos la crisis migratoria de los miles de sirios saliendo de su país por la guerra. Hoy Siria no es noticia y si lo es, es por un atentado, por una explosión, o incluso por un nuevo estallido de las armas. Pero poco más. ¿Ocurrirá lo mismo con Afganistán? Seguro y si no, tiempo al tiempo.
Y para terminar, me surge una pregunta que llevo 15 días haciéndome. Desde el primer momento, la población afgana ha pretendido huir a países de Europa y América. Pocos son los que pretenden huir a países como Arabia, Kuwait, o del Oriente Medio, de mayoría musulmana y muy próximos a su cultura. Tampoco he visto que estos países abran las puertas como lo han hecho los de Europa. Y me pregunto ¿por qué no lo hacen, por qué pretenden ir a otros países en los que incluso su cultura es tan distinta? Esta misma pregunta me surgió cuando el problema de Siria. Yo tengo mis hipótesis, pero no dejan de ser eso, hipótesis. Pero desde luego es muy curioso y es para pensárselo un poquito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario