martes, 14 de septiembre de 2021

Incendios de "sexta generación"

Seis días han estado luchando contra el fuego en Sierra Bermeja, Málaga. Una zona preciosa, de difícil acceso, lo que ha provocado que el fuego estuviese descontrolado, hasta que las lluvias han llegado y han conseguido rebajar su virulencia y poder estabilizarlo y finalmente controlarlo. 3000 personas han tenido que ser desalojadas de sus casas y de sus pueblos. La vida de un bombero de Almería que había llegado para apoyar, también se ha llevado por delante. Eso sin contar las más de 8000 hectáreas de arbolado y arbustos que se han quemado durante estos días (se hablaba de un perímetro de 85 kilómetros).

Pero lo más sorprendente es que este fuego se ha calificado como "fuego de sexta generación". Era la primera vez que escuchaba este término o esta definición de un fuego y por lo tanto me puse a buscar en qué consistía y por qué se le llamaba así.

Este tipo de incendios es la primera vez que se produce en España. Quizás en California (EEUU) o en Australia, ya los conocían y los viven, año tras año, con más virulencia y fuerza. Pero en España, era la primera vez que se hablaba de ellos. Y junto al término "sexta generación", escuchábamos otros términos, también por primera vez: pirocúmulos, mutación del fuego, mega-incendios...

ABC publicó  el 13 de septiembre un artículo haciendo un recorrido histórico de los fuegos en España. En los años sesenta, llegan los fuegos de primera generación. El bosque empieza a no limpiarse y por lo tanto se llena de maleza, que provoca que se convierta en un espacio impenetrable. Los fuegos encuentran así, entre esa maleza seca y los restos de ramas, un combustible que prende con facilidad. Enseguida llegan los fuegos de segunda generación, donde ante tanta cantidad de combustible, no solo prenden fácilmente, sino que lo hacen a gran velocidad. Para llegar a los de tercera generación, en los años 90, donde se producen fuegos intensos y frecuentes, que duran varios días, precisamente porque el combustible sigue existiendo en cantidad. Cuando las llamas llegan a las puertas de los pueblos, pasan a ser fuegos de cuarta generación, y empiezan a peligrar las vidas humanas. Los de quinta generación serían los que se producen por varios focos, evidentemente son intencionados y provocados por el hombre. Y por fin llegamos a estos de sexta generación, que son muy agresivos, con grandes cantidades de combustible y que llegan incluso a modificar las condiciones meteorológicas, creando tormentas, cambiando el rumbo, acelerándose. Llamas de 20 metros de altura, que se propagan con gran rapidez gracias al viento fuerte y además a las especies que se han plantado en las últimas generaciones: pinos y eucaliptos. Un fuego rapidísimo que es técnicamente inapagable. Lo único que se puede hacer es huir, porque ataca por sorpresa, provocando conatos en un lado y en otro. Así ha sido el fuego de Sierra Bermeja de esta última semana.

Lo de los pirocúmulos era la primera vez que se hablaba en la tele. Es una nube que se forma por encima de una columna de humo gracias, principalmente, al aporte de humedad y energía que se produce en un incendio forestal. No es el humo del incendio, sino la nube que se forma justo encima, según la Agencia Estatal de Meteorología. Esta nube suele ser la más peligrosa, porque al generar una nube de tormenta, puede provocar que el fuego se extienda o que se generen nuevos focos de incendios. Esto lleva a que ya pueden ser 1 000 o 10 000 los que luchen contra el fuego, al final resulta incontrolable e inextinguible. Por ese motivo, dicen que se retrasó en solicitar la ayuda de la UME, porque era imposible controlarlo y por lo tanto se consideraba más importante no poner en peligro más vidas humanas, que luchar contra el fuego.

Evidentemente estos fuegos irán a más mientras no se ponga solución a los factores que los provocan. Nos insisten en el cambio climático, que desde luego influye, porque no llueve lo suficiente y provoca que el suelo esté muy seco y eso hace que con muy poco prenda. Pero también hay que tener en cuenta que los bosques están sin desbrozar. Antiguamente se hacían batidas de limpieza del monte, porque había gente que vivía en los pueblos y era una forma de tener leña para el invierno y sobretodo limpiar el monte de cara al verano. Hoy, desgraciadamente, nadie quiere hacerlo y la maleza campa a sus anchas.

Luego está la política forestal que se ha seguido, plantando pinos y eucaliptos a mansalva, incluso en zonas donde nunca habían existido alguna de estas especies como en Galicia. Y de todos es sabido que el eucalipto, a parte de ser un gran propagador del fuego, es también un gran desertizarte del suelo, lo seca. Pero claro, esta política forestal responde a las necesidades de la economía y de la industria papelera, en esta ocasión. Grandes cantidades de madera se emplean para esto y además no les importa que esté quemado o no, ellos lo asumen todo.

Y también está el factor humano, la estupidez humana, que se dice. Están los que provocan el fuego (pirómanos) porque les gusta ver quemarse el monte, están los que lo provocan (incendiarios) por venganza de un vecino o incluso un pueblo, y están los que obtienen beneficios por la quema del monte, ya que así obtienen madera a precios más bajos o incluso reciben indemnizaciones superiores a lo que van a obtener por la venta de la madera, o, ya el colmo, los que viven de apagar incendios y por lo tanto si no los hay, no se les contrata, como ha sucedido en alguna comarca de León, por desgracia. Lo cierto es que este incendio de Sierra Bermeja ha sido provocado, porque los indicios que han encontrado por ahora los investigadores, así lo aseguran: hojarasca amontonada, restos de combustible, muy próximos a una carretera que nadie transita...

El final de la historia llegó a primeras horas de la noche de hoy martes, cuando las tormentas, que venían anunciando desde el fin de semana, llegaron a Málaga y consiguieron controlar y apagar los focos más importantes. Gracias a esto, se pudo dar por concluido el fuego y las tareas de extinción. Así que, una vez más, la ayuda última vino del cielo (¡qué casualidad!).

Por lo tanto, una vez más nos encontramos con que, si no nos cargamos el monte y los bosques por las emisiones de CO2, nos los vamos a cargar por el fuego y la tala desproporcionada. Pero lo cierto es que, tanto nos preocupa la ecología, que seguimos haciendo daño en ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los Santos Inocentes

 El 28 de diciembre la Iglesia Católica celebra el día de los Santos Inocentes. Con esta fiesta recuerda lo que la tradición narra y los eva...