La vuelta al cole

Estamos a dos semanas de comenzar nuevamente el curso y me da a mí que todavía no estamos preparados o no sabemos cómo afrontarlo. Se han dado directrices y normativas, por ejemplo que sea presencial en su mayor parte, pero luego cada comunidad está planteando sus propias líneas. En unas comunidades será obligatoria la mascarilla en todo momento, en otras se plantean que la mascarilla en educación física no será necesaria. En Madrid se aumentan las ratios y se normalizan los números a antes de la pandemia, en otras se plantean buscar espacios para seguir manteniendo las ratios más reducidas. Lo cierto en todas ellas es que hacen falta más profesores, muchos más.

Y aquí está el problema, porque aunque todos estamos de acuerdo en que es preciso más profesores y la mayoría van a aumentar el número de profesionales, se plantea el eterno problema, no hay dinero suficiente para contratar el profesor necesario. Así que, una vez más, seguirán faltando profesores que puedan hacer que las ratios se reduzcan.

Otra de las dudas que quedan por resolver, a dos semanas, es si llegaremos a tener a todos los niños vacunados de 12 a 19 años. De momento ya se ve que no llegamos. A pesar de que hoy los números señalaban que el 57% ya tiene puesta por lo menos una. Pero es evidente que en dos semanas no se va a completar la doble pauta y por supuesto, el número necesario para llegar al número deseado. Se está hablando de inmunidad de grupo con un 85% por cierto, porque esta variante Delta, es mucho más agresiva. Además hay que tener en cuenta que muchos profesores no se han vacunado y no tienen intención de hacerlo de momento. Así que, ahí tenemos otro problema añadido.

Y finalmente, estoy convencido, porque este es el eterno cantar, que a principio de curso seguirán faltando profesores. Y además lo digo con conciencia, porque ahora mismo en Melilla hacen falta dos profesores para dar un área concreta en dos institutos. Los papeles para llamar a estos profesores están encima de la mesa desde julio y lo cierto es que se marcharon de vacaciones en agosto, sin dar el visto bueno a estos dos puestos y llegarán a septiembre y esperarán a darlo. Eso implica que, estos dos puestos, entre que se completa papeleo, se incorporan o no, llegaremos a finales de septiembre, lo que significa que los primeros días ya se han perdido. Y este es el cantar de todos los años.

Menos mal que nuestros niños parecen más sensatos que muchos de nuestros políticos y si el año pasado nos dieron un ejemplo de control de la pandemia en los centros educativos, este año no van a ser menos. Lo van a seguir haciendo y demostrando que, aunque los colegios sean focos de enfermedades en muchas ocasiones (cuando un niño coge gripe, caen con él tres o cuatro), con el tema del COVID, han sabido protegerse y protegernos muy bien.