Joe Biden ha tenido una frenética actividad exterior, viajando por el mundo y reuniéndose con un montón de líderes mundiales, a pesar de la pandemia que sigue en pleno apogeo. Se ha vuelto a reincorporar al acuerdo de París, ha revitalizado alianzas como la transatlántica ha prometido la donación de millones de vacunas al tercer mundo, aspectos que Trump había desmontado en su mandato. Pero en otros aspectos la nueva administración sigue los pasos del anterior.
Otro tema importante de la política exterior de Biden es Rusia. En la administración de Trump estuvo muy presente, tanto que hablar de Rusia en la prensa era diario y no por cuestiones de política exterior, sino como influencia en la política interior. El asunto o la tensión con Rusia en tiempos de Trump se tranquilizó bastante, y ahora se ha tensado ligeramente, aunque no está llegando al enfrentamiento abierto como en la época de Obama. EEUU ha sido crítica con Rusia en su gestión con Bielorrusia o con Ucrania, y esto se ha dejado notar en el último encuentro entre Putin y Biden. Salieron muy contentos, pero cada uno con su crítica hacia el otro.
Los países europeos se veían felices del cambio en la administración. En la era Trump, la política hacia Europa había tenido bastante de rechazo. Trump había cerrado las fronteras a los productos europeos con el aumento de aranceles. Biden ha conseguido que esta "tensión" se haya relajado un poco y ha permitido una fluidez entre el comercio europeo y de EEUU. Lo cierto es que los líderes europeos se han alegrado bastante porque han visto que Biden es el modelo de político que ellos esperaban y no Trump que era más sensacionalista que político, ya que decía las cosas tal y como le venían e incluso lo vimos tratando a los líderes europeos en sus reuniones como si de una reunión de colegas se tratase.
Y finalmente la cuestión de Oriente Medio. La política de Trump había sido muy relajada, ya que evito todo enfrentamiento tanto en Iran como en Irak. Es más, retiró sus tropas poco a poco. La política con Oriente Medio se había intensificado en tiempos de Bush y con Obama se había mantenido cierta tensión. Pero Trump rompió con esa dinámica. Sí que mantuvo una política de corrimiento en sus fronteras a los llegados de los países árabes, pero de no intromisión en sus territorios. Quizás también el enfrentamiento entre países árabes e Israel se mantuvo un poco más callada. Biden mantiene esta misma política con Oriente Medio, a pesar de que muchos esperaban que volviera a imponer su ley. Pero no ha sido así.
Lo cierto es que tras 100 días en la Casa Blanca de Joe Biden, algunos cambios se han empezado a vislumbrar, pero muchas cosas siguen manteniéndose como han estado durante estos últimos cuatro años.
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