El ayuntamiento prometió ayudas y que se tramitarían en 72 horas. Pues hoy, estando en febrero, estas ayudas no han llegado, ni se han publicado, ni se esperan ya. Claro, no especificaron 72 horas de qué mes ni de qué año.
En esos 44 días, los hosteleros se manifestaron en varias ocasiones. La respuesta era siempre la misma: "Ya se han destinado ayudas". Sí, es verdad, se ha publicado la concesión, pero no se han dado ni concedido y los números aumentaban sin parar. Solo los bares y restaurantes cerraban y la gente se agolpaba en supermercados y tiendas preparando la navidad.
A principios de diciembre, los números de casos había empezado a bajar, con lo que volvieron a dejar abrir los barres. Ojo, sin publicar o conocer el "informe" de los expertos. Eso sí, la navidad estaba cerca y por lo tanto había que empezar a dejar que se moviese la economía un poquito.
Pero así la navidad y los casos comenzaron a subir. El gobierno decidió modificar las restricciones. Cerrar a las 19:00h. Mesas de 4 personas. Las barras sin servicio. Algunas normas estuvieron durante navidad, pero otras se modificaron. Por lo menos se podía mantener abiertos, aunque con muchas restricciones. Los casos aumentaron durante todo el mes de enero, llegando en febrero a los 1000 casos bien largos. Y sin embargo los "expertos" no obligaron a cerrar los bares y restaurantes. Por su parte decidieron cerrar a las 19:00h todas las tiendas, incluidos supermercados. Y llegaron incluso a cerrar los centros de culto: mezquitas los viernes, sinagogas los sábados e iglesias los domingos. Una nueva medida muy polémica, porque desde la iglesia católica ya se tomaban medidas bienes estrictas de higiene y aforo. Pero los bares y restaurantes, los grandes contagiadores hasta diciembre, se les permitió mantenerse abiertos con más restricciones.
Todo esto me lleva a pensar que las medidas y la decisión de que la hostelería contagia en exceso, es una decisión más económica que otra cosa. Es decir, si cerramos hay que dar ayudas y no hay dinero para tanta ayuda, así que vamos a dejarles un hueco y así nos evitamos las ayudas. El dinero no da para más y por eso se han necesario plantear la crisis sanitaria de otras formas. La crisis sanitaria se ha convertido en crisis económica. Si es muy fácil, vamos a eliminar gastos innecesarios: numerosas consejerías, numerosos consejeros, asesores, directores..., coches oficiales, cargos políticos, viajes innecesarios (¿a qué vino Ábalos a Melilla el viernes 5 de febrero? Ni él mismo lo supo) y ya verás como el dinero se puede estirar para otras cosas más necesarias: médicos y enfermeras, medidas de higiene, mascarillas, atención primaria, EPIs...
Se hace necesario y urgente el golpe de los españoles encima de la mesa y decir: ¡¡BASTA YA!!
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