El día 27 de diciembre se comenzó a poner la vacuna en toda España. También en Melilla. Aquí llegaron a primera hora las vacunas de mano de los militares. Todo un montaje perfectamente coordinado. Llegan las vacunas a Dirección General de Sanidad y allí se almacenan. El primer lugar donde se van a vacunar es la Residencia de Mayores y hasta allí se trasladan 30 dosis de la vacuna, los políticos de turno (Consejero de Sanidad incluido), los sanitarios precisos y por supuesto la prensa para la foto. La primera en vacunarse la responsable de la Residencia, que muy feliz ella se pone la vacuna delante de la prensa y manifiesta su alegría y gozo por ponerse la vacuna milagrosa. Después de la foto pocos más se vacunan. Evidente, es domingo y por lo tanto no conviene tampoco trabajar mucho, ya lo dejamos para mañana. Pero por lo menos ya hemos mostrado que la vacuna está en Melilla.
El lunes 28 comienzan a vacunar al personal del centro. No todos o todas aceptan vacunarse y por lo tanto, mientras la mayoría se dedica a subir y bajar para vacunarse, hacerse la foto y descansar, porque la vacuna les puede dar efectos secundarios. Y mientras, las pocas que no se vacunan se tienen que encargar de hacer su trabajo y el de las que se vacunan. ¡Qué alegría haberse vacunado! Foto y a las redes sociales o a enviárselo a los familiares y amigos para decirles que ya me han vacunado. Pero claro, lo que no nos han dicho es que, antes de vacunarse les han dado una hoja en la que les indican las "contraindicaciones" de la vacuna. Y una de ellas es que si te ocurre algo, o tiene efectos secundarios, ellos no se hacen responsables. Aquí nadie se responsabiliza de nada. Lo único es que van a seguir investigando en ti, porque si tienes algún efecto secundario tienes que notificarlo. Me pregunto si en marzo, cuando nos digan que el resto de la población podemos vacunarnos, también nos van a dar el papelito o simplemente nos van a comentar en voz las condiciones y tú te das por enterado.
El martes 29 comienzan a vacunar a los residentes. Los abuelos y abuelas de la residencia van pasando uno a uno por la vacuna. Algunos familiares han indicado que no quieren que se les vacunen a sus ancianos, y para ellos se les ha preparado una explicación que se les da y se les explica lo bueno y necesario que es que se vacunen. Mientras tanto, algunas de las personas que se han vacunado el día anterior no se presentan a trabajar. Han llamado por teléfono y no se encuentran bien, tienen ciertos síntomas o un poco de fiebre y por lo tanto se toman el día libre en casa por si acaso. No pasa nada, ya se organizarán los turnos con las personas que están y listo. Tienen disculpa perfectamente comprensible.
Y llegamos al 30 de diciembre, vísperas de nochevieja. Y aquí es cuando llega el momento de levantar a los abuelos y abuelas de la Residencia. La mayoría muestra fiebre, 37,5. Pero no pasa nada, la orden que reciben de arriba es "levantar a todos". Y aquí tenemos a nuestros ancianos que apenas se tienen en pie, levantados, porque no es bueno que se conozca que han tenido una pequeña reacción a la vacuna. Por otra parte es algo normal tener reacciones cuando te vacunan y más cuando te están metiendo un bichito, reducido, de una enfermedad cuyo primer síntoma es la fiebre. Lo que más me duele es que, mientras el personal el día anterior se podía quedar en su casa tranquilamente, aquí hay que levantar a los ancianos, no sea que alguien note algo y tenerlos deambulando por la Residencia sin que se puedan tener en pie. Eso es lo que me duele. Por otra parte, algunas personas de las vacunadas en días anteriores, empiezan a tener una bola tremenda en donde les han pinchado, pero tampoco pasa nada. Es algo normal después de una vacuna. Bola sensible y molesta.
Bueno, pues de todo esto nada en la prensa. Al contrario, todo perfecto, muy bien, un éxito. Es más, la noticia es que ya se habían vacunado todos al final del lunes y ahora se empezaba con otro centro. Y no fue así, por lo menos se necesitaron 4 días para vacunar en la Residencia. La prensa nos manipula y nos dice lo que quieren que conozcamos, pero no nos dicen la toda la verdad. Esto es lo que hay y para esto se dan grandes subvenciones a los medios de comunicación. Mientras los medios no sean independientes, la libertad de expresión queda pendiente.
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