¿Por qué cruzaban para dar a luz? Pues sencillamente porque en Melilla la atención en el centro sanitario era gratuita. Y si no lo era, no pagaban las facturas que en la mayoría de las ocasiones no llegaban a sus destinatarias por paradero desconocido, o incluso porque desaparecían sin dejar rastro que pudiera cobrar la cantidad estipulada. Así que al final era el estado español y por lo tanto los españoles, los que terminábamos pagando esas facturas con nuestros impuestos. Esta era la picaresca que utilizaban, que incluso les llevaba a pasar los dos o tres últimos meses viviendo empadronadas en casas en la ciudad, para poder acceder sin problemas al hospital.
Así que, era imposible que en Melilla naciesen diariamente tantos niños y además siempre estaba maternidad colapsada y llena, lo que provocaba que en muchas ocasiones las mujeres melillenses tuviesen que dar a luz y salir en pocas horas del hospital, porque no había habitaciones libres.
Sinceramente, espero que la frontera siga cerrada mucho tiempo y cuando se abra se controle más este acceso gratuito a nuestra sanidad, de la que hemos descubierto que está llena de agujeros y que te puedes pasar una vida pagando por ella y luego no poder disfrutarla.
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