La Educación Especial ya se resiente

La Ley Celaá de Educación ya se está empezando a aplicar en Melilla. La noticia es que cierran un aula en el colegio de Educación Especial Reina Sofía, por falta de presupuesto para contratar profesores y cuidadoras. El tema es que no se han preocupado de gestionar esta falta de personal y por lo tanto han preferido obviar el problema y centrarse en otros.

No hay dinero para contratar 11 profesionales que estaban prometidos para la vuelta del curso después de las vacaciones de Navidad. El tema es que este personal pertenece a los Planes de Empleo, y que supuestamente iban a incorporarse en enero al centro, ya que habían terminado en diciembre el otro cupo. No entiendo cómo tiene que funcionar un centro público con personal de Planes de Empleo y que no exista una plantilla fija en el centro, donde hay matriculados 120 niños/as de Educación Especial.

Y mientras se deja de la mano de Dios este centro, nos gastamos un dineral en arreglar y abastecer los centros de menores, tanto los ya existentes como el que se creo en verano en Rostrogordo. O en seguir manteniendo el centro de acogida de la Plaza de Toros, donde están convirtiendo el patrimonio de la Ciudad en una verdadera pocilga que no va a ver dinero suficiente para recuperarlo. O en contratar educadores de calle (45.000 euros) para recoger, educar y atender a los menores que están por la calle. Se supone que llevan los menores encerrados en cuarentena desde mediados del mes de diciembre y nuestras calles están llenas de ellos.

Es vergonzoso, una vez más, que estemos pagando impuestos, que ahora nos los aumentan, y todo nuestro dinero termina en manos de los inmigrantes, en obras innecesarias o abandonadas como la de Tadino de Martinengo, en compras desproporcionadas que no sabemos donde está el producto comprado...

Los niños de Educación Especial se merecen un trato especial. No podemos abandonarlos a su suerte como se hacía en el pasado y que tanto se ha criticado. Estas personas, porque ante todo son personas, se merecen que alguien les cuide, se ocupe de ellos y por supuesto, si pueden aprender algo, que se les sea dado. Y también es importante que las familias puedan "aliviarse" durante unas horas de ellos, porque en el centro están recogidos y atendidos, dando posibilidad que las familias puedan ir a trabajar y descansar de sus cuidados. Me consta porque he tenido la posibilidad de visitar este centro y el trabajo con estos menores es muy positivo.