Tras la cumbre Europea de este fin de semana, el Presidente Sánchez se rodea de "pelotas" que se dedican a aplaudirle como si de un éxito se tratase. Pero el éxito es que, cuando se pide dinero prestado, hay que devolverlo. Y para devolverlo hay una serie de condiciones. Es posible que no tengamos que devolver el 100% de lo recibido, y ese puede ser el éxito que puede Sánchez marcarse, pero lo que hay que devolver es mucho más de lo que él se hubiera esperado. Así que, aunque el gobierno lo niegue y no quiera reconocerlo, una vez más, Europa va a rescatar a España. Un rescate que consiste en recibir un dinero de la Unión Europea, tal y como pasó en el año 2012, para poder hacer frente a las dificultades que se estén pasando en el país. La crisis del Covid-19 ha dejado a España en grandes dificultades para poder afrontar sus compromisos con la Unión Europea.
En 2012 el rescate sirvió para hacer frente a una reestructuración de la banca. Ahora se pide para afrontar una difícil situación, provocada por el desplome del PIB. Un desplome que llevaría a la quiebra a toda la economía nacional.
Una parte de la ayuda es a fondo perdido, es decir, no tendrá que ser devuelta. Pero la mayor parte sí que tendrá que ser devuelta por lo que Europa le exige a España demostrar que puede devolver el dinero que se le preste. Le han marcado una hoja de ruta reformista detallada que será evaluada por la Comisión Europea, que trata de que España sea austera y se deje de derroches innecesarios. Por parte del gobierno se insiste que no habrá recortes y que se seguirá con la derogación de la reforma laboral. Cosa que precisamente desde Europa se invita a no tocar por el momento.
Lo que tampoco han dicho desde el gobierno es la letra pequeña del contrato firmado. En esta letra pequeña se lee que mientras el aporte de los países del norte, que aportan gran parte del dinero, se irá reduciendo en los próximos años, el aporte de los países del sur, que son los que reciben más cantidad de dinero, se mantendrá, como forma de devolución de ese préstamo. Así que 6.000 millones de euros tendrá que pagar España de más a Europa hasta 2027.
Está visto que nuestros diputados y ministros han vendido con sus aplausos un éxito rotundo de las gestiones de nuestro gobierno y no se dan cuenta que su victoria es a costa de los ciudadanos españoles a quienes empezarán a subir los impuestos, a bajar los sueldos y las pensiones, mientras que ellos son incapaces de renunciar a un euro de su sueldo. No han renunciado ni a sus dietas durante la pandemia. Tan solo uno, Odón Elorza, Diputado por Guipúzcoa, renunció públicamente a sus dietas en estos meses. El resto la han cobrado y han indicado que la han cedido a diferentes ONGs o Asociaciones. A saber.
La gente en la calle parece que empieza a darse cuenta de que las cosas no son del color de rosa, como tratan de pintarlas. Pero aún así no ven que está en sus manos la posibilidad de cambiar esta situación en la que los políticos están "viviendo", mientras que los demás estamos "sobreviviendo". Está en las manos de los ciudadanos el que este sistema democrático cambie. En las elecciones hay que mostrarse abstencionista y no votar, para provocar que se tenga que cambiar el sistema electoral y la Constitución. Va a ser la única forma de meterle mano a esta "casta política" que vive a costa de los ciudadanos y que lleva viviendo así desde 1978.
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