Día 18 de la nueva normalidad

Ahora el señor Sánchez se muestra preocupado por los rebrotes y convoca a Simón y a Illa con urgencia para tratar el tema. Lo de Lérida se ha ido de las manos. 50.000 temporeros han llegado a la provincia sin control ninguno y se han puesto a recoger fruta simplemente con la pregunta: ¿Está usted infectado de COVID-19 y tiene síntomas? Pues no, esa va a ser la respuesta de toda esta gente que necesita un ingreso ya. O pensaban que iban a contestar sí, tengo síntomas y ahora me pongo en cuarentena mientras mis compañeros recogen la fruta y yo me quedo aquí tirado. No se han tomado medidas a tiempo, una vez más. Las medidas vienen después de que el mal ya ha empezado a hacer de las suyas.

Ya son 73 rebrotes y 257 personas infectadas en 24 horas. Y vamos en aumento, es evidente. Tan solo Asturias, La Rioja y las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla son las que se libran de casos de COVID actualmente. Y no porque se hallan tomado medidas especiales. Es posible que nos veamos la semana próxima todos con la mascarilla obligatoria como empiezan a plantear en varios sitios. Y es que mucha gente pensaba que esto del virus ya era historia y comenzaban a relajarse con las medidas de higiene y seguridad.

Por otra parte jodido lo lleva el rey emérito con el caso de los 65 millones de euros donados a Corina. La que le está cayendo al amigo. Y lo remata el señor Sánchez indicando que habría que hacer una revisión de la Constitución para estudiar lo de los aforamientos de los políticos y personas públicas. Pues mira, estoy de acuerdo por una vez con él, lo de los aforamientos es materia que habría que eliminar. Si usted es político y se ha saltado la ley (que es para todos los españoles), pues que se le castigue como a cualquier otro ciudadano. Es que encima de que tienen que trabajar para los españoles y a favor de los españoles y ellos se centran en enriquecerse personalmente o de saltarse las leyes, pues habría que castigarles como a todos.

No nos podemos perder el hit del verano. Con la música de Melendi llega la crítica a nuestro vicepresidente, que ya no sabe qué temas sacar a la prensa para desviar del que realmente le preocupa, y no es si tiene o no la piscina llena para que su familia pueda disfrutar de ella, sino el caso Dina y la tarjeta que cada vez se le complica más.