Estado de Alarma: Día 43

A primeras horas de la mañana ya se veían niños paseando con su padre o su madre. Me alegro por ellos, porque yo todavía tendré que esperar una semana para poder salir a correr o a pasear con mi mujer. Salvo que la meta en un cochecito de bebé y me la saque a pasear. Pero no creo que podamos hacerlo de momento. Así que, desde mi ventana me conformaré en ver cómo disfrutan los más pequeños, que desde luego, se lo han ganado. Algunos llevan desde dos y tres días antes que el resto, como los niños de Vitoria, por ejemplo.

Al final del día podemos valorar la salida de los niños como algo necesario, pero en algunos casos de forma imprudente. Se han podido ver familias completas, padre y madre paseando con sus hijos. Cada uno con uno, pero más o menos juntos, sin respetar las mínimas condiciones de distancia. También se han visto niños jugando un partido de fútbol, algo que estaba totalmente prohibido. Se ha abogado a la responsabilidad de los padres, pero más de uno a demostrado su irresponsabilidad. Y lo peor de todo esto no es que se infecten de virus o no, lo peor es que una de las condiciones para que a finales de la semana siguiente podamos empezar a salir a hacer deporte y pasear es que durante esta semana se lleve bien lo de la salida de los niños. Es decir, que si hay un repunte de contagios, automáticamente se cancela la salida de primeros de mayo. ¡Y por ahí no paso! Pido y exijo a los padres que sean responsables de sus hijos y de hacer las cosas bien, que el resto también queremos salir.

Supongo que hoy, por ser el primer día, por ser la novedad y porque no sabíamos lo que podría pasar, las autoridades han dejado pasar, pero espero que a partir de mañana se empiece a exigir y controlar un poquito estas salidas de niños, porque a este paso nos quedamos en casa hasta el 2021. Señores, que no tengo perro, que no tengo niños y quiero salir a darme un paseíto tranquilamente con mi mujer.

Todos nos reinventamos y aquí nos lo demuestran los Rolling Stones, que gracias a las tecnologías pueden seguir tocando juntos en la distancia. Así están nuestras ciudades hoy, "ciudades fantasmas". I'm living in a ghost town.