Pero no son solo esos 150 millones de euros, que, tal y como está la cosa, no vienen nada mal para la capital de Madrid e incluso para España. Lo importante es la imagen que demos al mundo entero. Imagen de seguridad, de buen hacer, de país que merece ver y conocer. El encuentro de la OTAN, que tan importante es por lo que en él se puede dilucidar, supone una ventana y una puerta hacia el exterior. Darnos a conocer turísticamente y por supuesto como un país que sabe hacer bien las cosas. Aquí está lo realmente importante. Lo que estamos vendiendo es: "Venga a España, merece la pena conocerlo y además nada que temer, la seguridad es nuestro fuerte".
En esta reunión de la OTAN, se van a tratar temas muy importantes, como por ejemplo la declaración de Rusia como enemigo o bien como aquel con quien no se pueden hacer negocios. China como aquel que hay que tener bien vigilado, porque las cosas no son como las pintan e incluso el mensaje de que el mundo occidental tiene que estar unido contra el peligro de los países del mundo oriental que no son plenas democracias.
También se tratará el tema de Suecia y Finlandia, dos países que siempre se han mantenido neutrales y al margen. Ahora, con el enemigo en casa de Ucrania, ven la necesidad de sentirse protegidos en la OTAN y por eso solicitan su entrada. Entrada marcada, en un primer momento, por las reticencias de Turquía. Pero esas reticencias parece que van desapareciendo con los días y mañana se verá, pero es posible que entren como candidatos en la OTAN. Pero el paso no es de un día para otro. Pasará un tiempo, más o menos largo, hasta que Suecia y Finlandia entren definitivamente en la organización oficialmente. Ya me gustaría a mí saber qué se le ha ofrecido a Turquía para que deje de poner trabas.
Y de cara a España, el tema de la protección el territorio íntegramente es uno de los objetivos que se trae a la reunión. En esta protección entran Ceuta y Melilla, que, siendo parte de la soberanía española, no estaban recogidos oficialmente en los artículos del tratado. Pero al parecer, una apostilla que se ha añadido, territorio en su integridad, hace que Ceuta y Melilla estén plenamente acogidos en la protección de la OTAN. Es evidente que nuestro peligro no es Rusia, ni China, sino alguien más cerca Marruecos, quien no reconoce la soberanía española sobre estas ciudades. Pero claro, tampoco puede EEUU ponerse a malas con Marruecos, ahora que están haciendo grandes negocios, así que, no quedan recogidas en un papel escrito con el nombre de las dos ciudades, pero se supone que quedan recogidas con un término más genérico. Concesión hecha a Marruecos y concesión hecha a España. A quien, para tener un poquito más contenta, le prometo que voy a traer más barcos a la base de Rota y más dinero, que en el fondo eso es lo que suponen los barcos americanos en las bases españolas.
Y es que, el mundo se hace a base de negociaciones. Todo es política por un lado y por otro. Este encuentro de 40 mandatarios, reunidos con la disculpa de la OTAN, implica también negocios y conversaciones bilaterales entre unos y otros. Y es que, la economía de un país se mueve gracias a las economías de los otros. Y como se pare la rueda, se para la pela, que, en definitiva, es lo que mueve el mundo.
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