jueves, 18 de marzo de 2021

La deriva de España

En 1982, el ministro del PSOE, Alfonso Guerra, declaraba públicamente: "Vamos a poner a España que no la va a reconocer ni la madre que la parió". El PSOE acababa de ganar las elecciones del 28 de octubre de ese año, después de desbancar a UCD, que había gobernado durante la transición franquista. La izquierda revivía en España después de 40 años de dictadura y más de 10 millones de españoles les votaban.

Terminaron su mandato después de casi cuatro legislaturas con Felipe González y su "cambio de España no había hecho más que empezar. Habían avanzado mucho. Un campeonato mundial de fútbol en el que España ni se dejó ver. Entramos en la Unión Europea, no sin polémicas y reticencias. Comenzaron con la corrupción política, sobre todo en Andalucía, que fue su feudo durante muchos años. Pero no cambiaron España lo suficiente.

Luego llegó ZP, el líder del paro y de las relaciones con terroristas y narcotraficantes en el 2004. Con él sufrimos la mayor crisis mundial que se conocía hasta el momento, pero él se cansó de repetir, por activo y por pasivo que no había crisis, que todo iba bien. Hasta que en 2011 ya no pudo esconder más la situación económica en la que nos habíamos metido. Deudas por todas partes y una situación de paro que no se había conocido desde hacía mucho tiempo.

Y tuvo que llegar el amigo Pedro Sánchez para finalizar la tarea. Así que después de varias elecciones en las que no hubo manera de formar gobierno, en 2019, el 10 de noviembre, el pueblo le dio la victoria al PSOE, pero no por mayoría sino que tuvo que unirse con Podemos y con los nacionalistas vascos, gallegos, catalanes, que han ido sangrando día tras día al país al que, curiosamente, no quieren pertenecer.

La cosa es que tuvieron mala suerte, porque el 14 de marzo de 2020, cuando este gobierno "empezaba a funcionar", se frenó en seco por la llegada de la pandemia del COVID. Pero claro, ellos aprovecharon para, definitivamente hacer el cambio necesario para "poner a España" donde ellos querían ponerla en 1982. Les costó pero lo consiguieron. Así que, desde aquel 14 de marzo empezaron los gastos desmedidos en sanidad, en los que repartían a sus amistades contratos a dedo millonarios. Cerraban hoteles, cerraban empresas, cerraban la hostelería, el comercio... Y día tras día, empezaban a desaparecer empresas y puestos de trabajo. Cerraron las fronteras y el turismo se puso en números de 0. Pasamos de 80 millones de turistas a 0.

Pero eso sí, dinero para ellos sí que hay. Porque mientras los españoles se quedaban en el paro por el cierre del turismo, cierre de los comercios, ellos seguían cobrando sus 10.000 euros mensuales sin ningún problema. Y por si fuera poco seguían nombrando asistentes, ayudantes, ayudantes de los ayudantes... Y más sueldos para sus amigos. ¿Pero se han dado cuenta de dónde sale el dinero de estos sueldos? Creo que no, que se creen que el dinero se hace en la Casa de la Moneda y Timbre cuando ellos quieran. Alguno de Podemos lo sugirió como si, cada vez que necesitamos dinero, lo fabricamos y lo ponemos en circulación.

España está tocada y hundida por muchos años, como en el juego de los barquitos. Tocada y hundida gracias a las políticas progresistas del gobierno social-comunista que tenemos. Eso sí, 37 años les ha costado conseguir los objetivos que, un pletórico Alfonso Guerra anunció en el congreso tras la victoria de las elecciones de 1982, después de un fracasado golpe de estado, después de una transición y elaboración de la Constitución "a su manera".

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