Hoy lunes estaba programado un funeral de estado desde la iglesia católica. Allí estaban representantes de nuestros gobernantes, el rey con su familia. Gran ausente, el presidente del gobierno, que ha viajado a Portugal a una reunión convocada express y precisamente para quitarse de en medio. En su lugar ha ido la vicepresidenta primera. Es significativo este desplante que ha hecho el presidente a la iglesia católica, que por otra parte hay que indicar que ha sido (y sigue siéndolo), mayoritaria en nuestro país. No podemos decir que es la religión oficial del país, porque eso ya no se puede decir, pero durante siglos así ha sido. Hoy podemos hablar que es la religión mayoritaria del país. Ahora, esperemos que este mismo desplante y feo lo haga con otras confesiones si llegan a convocar un funeral por los fallecidos por el Covid-19.
Mientras tanto, el señor vicepresidente segundo, haciendo gala de su libertad, ataca a los medios de comunicación porque están haciendo públicas sus maniobras en el caso Dina y las tarjetas telefónicas. Ahora resulta que estos medios están en manos de los "enemigos" y hay que hacerlos callar. Este señor que tanto aboga por la libertad de expresión y la libertad de manifestación, ahora va apretando las clavijas a unos y otros. Si uno se manifiesta en la calle de su chalet es denunciado por meter ruido (molestan a los animales que hay en el parque natural que hay a unos kilómetros de su casa), si la prensa hace bien su trabajo y anuncia y denuncia los casos de fraude y de negligencia, hay que también cerrarlos y perseguirlos porque atentan contra su intimidad y "su" verdad. ¿Esta es la libertad del estado comunista que nos quieren imponer? Pues apaga y vámonos.
El país está funcionando a medio gas y encima estamos metidos de lleno en el verano. Hoy empezaban los sanfermines, nuestras fiestas más universales y más conocidas en el extranjero. Y se ve Pamplona vacía, con los habitantes de la ciudad que intentan vivir las fiestas de otra forma, sin aglomeraciones, tratando de ir a los bares, pero sin agolparse. Miles de millones de pérdidas que ya se están notando en la ciudad. Los aeropuertos de Madrid y Barcelona con vuelos mínimos. Los locales de las terminales la mitad de ellos, por no decir la mayoría cerrados. No hay vuelos porque no hay demanda de vuelos. La gente tiene muy pocas ganas de desplazarse. Hay mucha gente que no ha sido afectada económicamente por el cierre (funcionarios, pensionistas,...) y tampoco tienen ganas de viajar o de consumir. Somos tan egoístas que gente que tiene esa capacidad de no haber perdido ni un solo euro en estos tres meses, se va a quedar en casa. Y es que el gobierno tampoco tiene capacidad de transmitir sensaciones e intereses a la gente. Parece que les interesa que todos los autónomos, los que arriesgan el dinero, quiebren y todos pasemos por el aro de sus ayudas y de sus aportaciones. Así es el gobierno comunista que nos quiere gobernar. Pon la mano que te la llene y como puedes ver, si yo estoy en el poder, siempre tendrás la mano llena sin que te falte, aunque no hagas nada.
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