Algo positivo podemos sacar de toda esta crisis. En esta ciudad, antes del coronavirus, las enfermeras y médicos acudían con su uniforme puesto desde casa a su puesto de trabajo. Ahora, van con sus trajes metidos en una bolsa y se cambian dentro del hospital. Claro, antes iban con el traje puesto y con el tiempo justo para llegar, fichar y a trabajar. Ahora tienen que ir 15 minutos antes por lo menos para poder llegar, cambiarse, fichar y ponerse a trabajar. Tampoco te encuentras enfermeras y médicos tomando un café a media mañana en una terraza sentados con los trajes de trabajo, se cambian para salir del hospital. Felicidades. Entiendo que es un incordio y que uno tiene que organizarse y salir antes de casa, pero es la única solución para evitar la propagación de este virus.
Virus que de nuevo ha vuelto a hacer presencia en la ciudad. Después de 10 días sin ningún caso, nos encontramos hoy con uno. Una mujer que iba a ser operada en el hospital y que era asintomática. Ahora toca "rastrear" las personas con las que ha tenido contacto para poder frenar el posible contagio y por lo tanto evitar rebrotes con fuerza.
La desescalada y las fases se han convertido en el "desfase". Da la sensación que la gente ha perdido el miedo al virus y que ya no hacen falta ni las mascarillas, ni las distancias, ni nada de nada. Por ejemplo, en los bares, en la fase 2 todavía no se puede consumir en la barra, sin embargo ya hay bares que están consumiendo en la barra. Por eso, el consejero de sanidad ha explicado que los inspectores de sanidad van a empezar a visitar los bares y locales que atienden al público para ver si se respetan las normas y si se cumplen con las distancias. En caso de que no sea así, van a empezar a clausurar los locales y a ponerles sanciones. De todas formas no sólo los locales y propietarios deben mantener las normas, sino que también los clientes deben entender que sus negligencias le pueden costar caro a los dueños de los bares.
Hoy se ha descubierto que el ministro de interior ha mentido. La oposición le ha pedido que dimita, que no puede mentir de esta forma a los ciudadanos. De momento se niega a dimitir. Desde el gobierno tampoco piensan en el cese, al contrario, le apoyan y explican el motivo por el que se han realizado estas maniobras. Creo que es motivo suficiente para que los ciudadanos vayamos perdiendo confianza en nuestro gobierno. Se ha demostrado que nos engañan, que nos mienten. ¿Qué tenemos que hacer? ¿Dejarnos engañar de esta manera? Empieza a notarse un ambiente de gran enfado y crispación entre la gente. Cada vez son más los que piden la dimisión de este gobierno. Las cacerolas siguen, día tras día, saliendo a las calles. Esta gente está muy bien aferrada al poder y va a ser difícil sacarlos de su sillón.
No es la única dimisión que se ha pedido. También se ha pedido la de la ministra de igualdad por su "metedura de pata". Pero enseguida, desde Podemos, su "caudillo", ha salido en defensa y ha dicho "de los míos no se toca a nadie". Son los intocables de Podemos. ¡Hay que ver cómo cambian las cosas! Han pasado de ser los del "jarabe democrático", los del asentamiento del 15-M, reivindicando un país mejor, a la casta del sillón y del "todo me da igual, porque el que mando soy yo". Hasta donde llega esta prepotencia que hoy, el señor Iglesias estaba en el Congreso, hablando a menos de dos metros con una representante de ERC y no llevaba la mascarilla, ni respetaba las distancias. Está por encima de las normas. No son para él. Recordamos que se saltó el confinamiento dos veces cuando su mujer dio positivo. Ahora se salta la ley del uso de mascarillas cuando no se pueden mantener las distancias. Este señor es "dios". Está en ese nivel, en el nivel de "dios". Creo que tiene sanción económica de 600 euros el incumplimiento de esta ley. Pues deberían obligarle a pagarla, que seguro que soy yo y enseguida me la cuelan. Y por si alguien creo que es mentira, aquí está el vídeo de nuestro vicepresidente "dios".
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