Lo de Black Lives Matter se está volviendo una caza de brujas. Ahora se dirigen contra las imágenes de Jesucristo. Le acusan de ser un icono del supremacismo blanco. No es broma, aunque lo parezca. El activista de Black Lives Matter, Shaun King, escribe:
"Sí, creo que las estatuas del europeo blanco que dicen que fue Jesús, también deberían ser derribadas (...) Son una forma de supremacía blanca. Siempre lo han sido. Todos sus cuadros y estatuas y los de su madre europea y sus amigos blancos deben de ser destruidos. Son una herramienta de opresión. Propaganda racista".
Esto ya no es un movimiento antirracista, es un movimiento del máximo cultural que solo busca la confrontación, la división social, la violencia, la destrucción cultural y la destrucción religiosa. Quieren destruir la herencia y la realidad hispana y cristiana en los Estados Unidos y trasladarla al resto de Europa, incluida España.
Con respecto al tema de Jesucristo, en breve se va a estrenar una película titulada Habit, en la que Jesucristo es una mujer que mantiene una relación romántica con otra mujer que es traficante de drogas disfrazada de monja. Es una forma de quebrantar la realidad histórica, quizás porque los autores entiendan que el género es fluido y que igual puede ser hombre o mujer. No sólo mantiene una relación romántica, algo que es falso, sino que lo hace con otra mujer, quizás para reforzar la idea de la libertad en la orientación sexual. Ahora Jesucristo es una lesbiana. Y ya para colmo la mujer parece una monja pero no lo es, es sólo un disfraz de la realidad: es una delincuente traficante de drogas. Quizás se pretenda realizar una crítica solapada de todos los hombres y mujeres consagrados a la vida religiosa.
Esta es la libertad de expresión que defienden, cuando ellos van contra otros, es libertad de expresión, cuando se les dicen las cosas a la cara y se va contra ellos, entonces es una atentado contra las personas y ahí no se puede permitir la libertad de expresión.
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