Triste este Viernes Santo. Triste no solo por el tiempo, sino también por el ambiente que hay en las calles. Silencio. Realmente se vive la Semana Santa en ambiente de silencio y recogimiento.
Las noticias nos van dejando el mensaje de que poco a poco vamos reduciendo al virus. De todas formas también nos vamos dando cuenta que todavía nos queda tiempo en esta situación. No podemos hacernos la idea de que a finales de abril saldremos todos a la calle y empezaremos a tener y recuperar nuestra vida diaria normal. Va a ser poco a poco. No creo que a finales de abril podamos empezar a salir sin más a la calle.
De todas formas es evidente que los niños necesitan salir, aire fresco, correr, moverse, saltar, disfrutar de un parque. Llevan encerrados casi un mes y, si nosotros adultos estamos que nos subimos por las paredes, los niños ya están subidos a ellas.
Llevamos casi un mes escuchando términos de "guerra", "batalla", "ejército"... y ahora hay quien empieza a quejarse de que si estamos tratando esto como una guerra y que no es ninguna guerra, que es una situación especial. La cosa es que hay a quien le molesta considerar esta lucha que tenemos contra un virus como una batalla. Pero es que ya llevaban años anunciando que las guerras en el futuro serían guerras bacteriológicas. Guerras en las que un "bichito" lanzado por un país hiciese mucho daño al resto y la respuesta sería otro "bichito" hacia ese país. Pues esta situación es la que se ha hecho realidad.
Aún así, no perdemos la esperanza de que esto está a punto de terminar. Las UCIs respiran, los hospitales respiran y nuestros "guerreros sanitarios" empiezan a poder relajarse un poquito, no sin ello dejar de estar en tensión.
Por cierto, ¿quién no nos dice que dentro de unos años empecemos a ver realidad esto? Un concierto online y desde casa. ¿Quién sabe? Evidentemente no será lo mismo. No es lo mismo vivir el ambiente del concierto todos juntos en un espacio que vivirlo en tu casa.
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