La primera visita internacional de Sánchez como reelegido presidente ha sido a Israel. Aprovechando el alto el fuego de 4 días proclamado por Israel y Hamas y que ha servido para intercambiar rehenes, nuestro presidente Sánchez se ha hecho presente en Jerusalén y Ramala. Hay que decir que también acude a esta cita como presidente de turno de la Unión Europea.
Esta visita ya había sido llevada a cabo por muchos de los mandatarios europeos, pero Sánchez, no contento con ser uno de los últimos, tenía que dejar su mensaje a Netanyahu, diciéndole que si el terrorismo de Hamas no es admirable, tampoco lo es bombardear indiscriminadamente a la población civil, especialmente niños.
Un conflicto que tiene difícil solución ya que pasaría por el reconocimiento internacional del estado palestino, algo que, de momento no acepta Israel. Y aquí nuevamente el señor Sánchez dejó su perla, señalando que él trabajaría en Europa por llegar a este reconocimiento para llegar a la convivencia de los dos estados en paz y armonía. Es masa, dejó caer que España encabezaría esta lucha y podría desmarcarse de la política europea en este sentido. Muchos creen que se ha abierto una crisis en las relaciones entre Israel y España con estas declaraciones, entre ellos el líder del partido de la oposición.
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