1.- La piscina lleva cerrada desde hace un año, porque se abrió pero no se abrió. Se abrirá, pero nunca llega la apertura... Entonces si está cerrada, para que vamos a seguir gastándonos dinero en ella, si ya nos hemos gastado millón y medio de euros. Por lo que veo no ha sido suficiente, porque no se ha rematado y por lo tanto habrá que gastarse otro poco cuando se abra.
2.- Comenzaron a pintarla los trabajadores del plan de empleo. Se acabaron los planes y por lo tanto, recogieron y ya no volvieron, porque no había trabajadores para rematar la obra.
3.- Se acabó la pintura y como estamos con las fronteras de Marruecos cerradas y los viajes restringidos, todavía no han podido traer pintura de la Península para poder rematar la obra empezada.
4.- Se terminó la jornada laboral de ese día (un día del mes de diciembre por lo menos), recogieron los útiles y al día siguiente los mandaron a otro sitio y no se dieron cuenta de que faltaba de rematar este trozo.
5.- Le dieron la licitación a una empresa que subcontrató a otra empresa que a su vez contrató a un colega que pasaba por allí y le dijeron que pintase la valla. Como después de una semana nadie pasó por allí para controlar su trabajo, el colega agarró el dinerillo que le habían dado por adelantado, la subcontrata pasó factura y cobró bien la obra sin justificar la finalización y la empresa que licitó cobró del estado sin saber si quiera donde estaba la valla a pintar.
6.- La empresa y los trabajadores han quebrado y han desaparecido. Los están buscando y han llamado a Paco Lobatón para que los localice.
7.- Será que el pintor era transfronterizo y con el cierre de fronteras y el cierre perimetral y la imposibilidad de de viajar sin una causa justificada, se ha quedado en Marruecos y no puede venir a rematar.
8.- (Y creo que es la más fiable) Despreocupación total por parte de nuestros gobernantes de qué se hace y cómo se hacen en Melilla las cosas. Ya se ha licitado, pues listo, ya está terminado. Nadie controla y como además el dinero que se ha pagado es de todos, pues no sale de mi bolsillo, para qué me voy a preocupar si se hace o no. Pagan los melillenses y yo a disfrutar de mi despacho y de mi sillón.
En definitiva, comenzaron a pintar en el año 2020, no recuerdo bien el mes, pero me suena que noviembre o diciembre y ahí se ha quedado sin rematar. Cuando quieran rematar, tendrán que empezar de nuevo y lo que había costado 5, costará 10, lo de antes más lo de ahora. Así nos va.
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