Llegamos al final de una semana más. Lo cierto es que uno llega a perder la noción de los días. No sabes si estás en lunes o en miércoles o en viernes, porque el esquema de los días es el mismo. Te levantas, trabajas, lees, ves la tele, comes, siesta, un poco de ejercicio, sigues leyendo, sigues viendo la televisión... Y así un día igual que el otro, con lo que llega el momento que no sabes si es jueves o viernes. Y los fines de semana es lo mismo.
Ya no se habla en la tele del pico de la curva, que se supone que ya hemos superado, ahora se está convirtiendo en una línea continua, en la que sigue habiendo casos nuevos todos los días, sigue habiendo muchas muertes y sigue habiendo gente que se cura y restablece y vuelve a su "vida normal". "Vida normal" es un decir, porque llegamos 33 días sin hacer vida normal. Lo normal es que, hoy como es viernes, estuviésemos tomando una cervecita con los amigos en un bar. Pero no, la vida normal se ha convertido en tomar la cerveza en casa con tu pareja, si tienes la suerte de tenerla o con tu familia más próxima.
El tema de actualidad es la desescalada. La desescalada gradual, porque como nos digan que podemos salir de casa, ¡¡todos a la calle!! Que se preparen hasta los pasos de cebra como nos den vía libre a todos. Por eso es preciso que lo hagamos poco a poco y con un cierto orden. Se plantea que puedan ser los primeros los niños. Un ratito de paseo con los padres, pero, sin tocar nada, sin separarse de los padres, sin que sea mucho tiempo, es decir, con tantas restricciones que hasta los mismos niños van a preferir no salir. Pero es necesario que lo hagan, que salgan, porque están aguantando demasiado.
Los Estopa nos amenizan hoy la noche.
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