Si todo hubiese ido como esperaban nuestros dirigentes, ya estaríamos a punto de terminar este confinamiento, o "confitamiento", como empiezan a decir muchos. Pero no, no solamente han prolongado la alarma dos semanas más, cosa que ya hicieron hace una semana, sino que además ha última hora de la noche el Presidente del Gobierno ha anunciado que se cierran todos los servicios no básicos y se restringe todavía más el andar por las calles durante las dos próximas semanas. Y estamos a una semana de comenzar la Semana Santa.
Los datos que nos dan es que ya estamos muy próximos del punto máximo de la cresta de contagios. Pero siguen aumentando los números de contagios, de muertos y por supuesto, la esperanza, de curados.
En los medios nos señalan que este fin de semana sería el punto máximo de contagios y es posible que a partir del lunes de la semana que viene empiece el descenso. Todo es suposiciones. Mientras tanto la gente sigue saliendo a las ventanas a las 20:00h para aplaudir, las sirenas de los coches de policía se unen a este aplauso colectivo. Ahora es cuando se demuestra la solidaridad española, se demuestra que estamos hechos de una pasta muy especial y que ante las dificultades nos unimos más que nunca.
Por cierto, el mito de que en España uno trabaja y cuatro miran se ha venido abajo viendo cómo ha trabajado la gente, los voluntarios, militares, fontaneros, electricistas... para montar en tan sólo tres días un hospital de campaña en IFEMA con capacidad para 5000 personas. Cuando nos ponemos, nos ponemos de verdad.
Aquí queda un reconocimiento a todos esos profesionales que lo están dando todo para hacer frente a este virus maldito.
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